El peruano Ricardo Manuel Banda Schreiber ha llegado a San Juan del Río, después de haber recorrido el mundo entero. En 2016 decidió vender todas sus cosas, renunciar al trabajo que tenía, terminar con su novia e irse de “mochilazo” a Alaska. Inició su viaje con 900 dólares y pensó que duraría 6 meses. Hasta el momento lleva 5 años y 4 meses viajando por diferentes lugares del mundo.
Ha recorrido países como Cuba, España y Rusia. Alguna vez trató de asentarse en Estados Unidos, lugar donde viven sus papás, pero no pudo: “La plata no reemplaza todo esto, prefiero ser pobre y libre, que rico y amarrado a un trabajo que odio”, nos cuenta Ricardo mientras sonríe.
Durante la pandemia había muy pocos países que aceptaban viajeros y uno de ellos era México. Su idea era viajar por el país mientras pasaba la pandemia, pero los planes cambiaron. Ahora se hizo de una combi que tiene por nombre “La poronga”, con la cual llegó a nuestro municipio: “San Juan del Río es el eje de México. Si quieres ir al norte tienes que pasar por aquí, si quieres visitar ciudades como San Luis Potosí o Michoacán, tienes que pasar por aquí”.
A su llegada a San Juan del Río, Luis Enrique Miranda y su familia fueron los amables samaritanos que lo han recibido y le han permitido quedarse en el taller Miranda, ubicado en Río Moctezuma. Ahora Ricardo tiene que conseguir una pieza para la combi y para ello ha decidido ofrecer a la venta macerados de mezcal, un producto muy común de Sudamérica: Las botellas tienen el logo de “La Poronga” y tienen un costo de120 pesos a 200 pesos dependiendo del sabor.
La perrita bóxer que lo custodia y que aún no tiene nombre, lleva viajando con él desde hace una semana. La adoptó gracias a una asociación del Estado de México y ahora será su compañera de viaje: “El día que me jubile, no sé qué voy a hacer, pero me gustaría vivir en México, creo que es una buena opción, con sus problemas y todo, me gustaría vivir en sus playas que son muy bonitas”.
Para apoyarlo y seguir su recorrido se puede encontrar en sus redes sociales como “El mundo no tiene fin”.