Durante más de treinta y cinco años, María Antonia Orozco Martínez ha dedicado parte de su tiempo a crear y recrearse a través del arte de la pintura, a impartir clases por más de doce años en su propia academia y en diferentes lugares de México y Costa Rica, y a mostrar sus obras en diferentes exposiciones tanto locales como estatales y nacionales.

Originaria de la Ciudad de México, radicada en esta tierra de palomas hace varios años, Toña destaca la fortuna de “haber nacido y crecido entre pinceles y bastidores, en una familia de pintores reconocidos mundialmente”, sus hermanos, quienes además se convirtieron en sus maestros; y es que cabe recordar que los hermanos “Orozco” tiene renombre internacional en el mundo de la plástica gracias a su talento que se aprecia en la belleza de sus obras gracias a las que han traspasado fronteras.

En cada pintura, Toña dedica suficiente tiempo para ir trazando y dando forma a sus creaciones, varias de éstas se han podido apreciar en diferentes exposiciones tanto individuales como colectivas a lo largo de la república mexicana, entre las más relevantes: en el Museo de Rufino Tamayo en la Ciudad de México y en el Museo de Arte de la ciudad de Santiago de Querétaro, como también en varias exposiciones en diferentes espacios en nuestra ciudad, entre éstas, ha formado parte de las colectivas que en el marco de la feria anual se han llevado a cabo tanto en el patio de la antigua Presidencia Municipal como en el actual recinto cultural, el Portal del Diezmo.

En su academia como en su familia, Toña ha sabido transmitir el gusto y apreciación por el arte de la pintura, instruyendo a sus alumnos pero con plena libertad de explotar su propio talento para descubrir su potencial, desarrollar varias capacidades y disfrutar de los beneficios que proporciona.