La cosecha de la uva se prepara con un año de anticipación y en las tierras queretanas todo está listo para llevarla a cabo. El semidesierto de Querétaro tiene una de las tierras más ideales para la plantación de la uva, así lo dio a conocer Erick Cortés García, Director de Viñedos Freixenet.
En el mundo tenemos dos franjas principales de vino, una del norte y una del sur, que se caracterizan por tener las condiciones óptimas para que se de la uva: “En México estamos justo en medio de esas dos franjas y aunque no tenemos las mejores condiciones, lo compensamos con la altura, pues estamos a dos mil metros a nivel del mar y esto nos proporciona lluvias en verano que normalmente no se dan” así lo dio a conocer Erick Cortes quien se considera un apasionado del vino.
La región del semidesierto nos da la suficiente calidad para que se cultive la uva blanca que es perfecta para vinos espumosos. Una vez que se empieza a madurar la uva, se hacen algunos muestreos y se cata la uva. Es importante mencionar que la uva solo puede utilizarse para el vino, hasta el cuarto año de ser plantada.
Las zonas donde de manera natural se da muy bien la uva, también se dan muy bien los olivos, esto por las condiciones climáticas: “En este momento estamos en época de envero, que es cuando la uva cambia de color: la uva tinta se torna morada, y la blanca se torna de un color verde a un amarillo, se ve un poco dorada”.
La planta de la vid se trata de manera individual: “Se poda, se trata, se forma una por una. A diferencia de otros cultivos no se arranca, y cada año se va formando. Puede llegar a durar hasta más de 100 años si está bien cuidada y bien tratada”.