Ubicado sobre la Avenida Juárez, en lo que se considera hoy el Camino Real de Tierra Adentro, se encuentra el Templo de Jesusito de la Portería, un lugar que cuenta con la leyenda de la imagen que ahora es protegida por una vitrina ubicada en el altar.
Un hombre fue detenido en Celaya por haber asesinado a su esposa, e iba a ser trasladado a la Ciudad de México. Al pasar por San Juan del Río, el convoy decide descansar en el templo y el convicto pinta con un carbón la imagen de Cristo con la cruz a cuestas.
Al día siguiente, el convoy continua su camino y el responsable del lugar se da cuenta del hecho, por lo que pide que se borre la imagen, pero esta vuelve a aparecer. Deciden picar la pared, pero el resultado es el mismo. Entonces dan parte al arzobispado de México, quienes determinan el 25 de marzo de 1731, que el hecho es un milagro y que se abra el culto en esta zona y se transforme en capilla de Nuestro Padre Jesús de la Portería.
El lugar tiene por un lado la escuela de artes de la UAQ, lo que en épocas anteriores fue el hospital civil, y por otro lado al Templo de San Juan, que está incluido dentro de los proyectos de restauración por sus problemas de humedad.
El edificio completo representa una gran importancia para San Juan del Río, tanto por las actividades religiosas como las peregrinaciones y la celebración de los 33 credos, como pro su historia, de acuerdo con el Presidente del Patronato del Centro Histórico Francisco Pájaro.
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“Jesusito de la Portería es muy importante por la leyenda que al día de hoy se sigue fomentando, y porque el convento representa un antecedente histórico en México en torno a la atención sanitaria de los viajeros que transitaban por el Camino Real de Tierra Adentro”.