Erica Álvarez Pérez trabaja como diseñadora desde hace 10 años. Es originaria de San Juan del Río y aprendió el oficio de su mamá, Teresa Pérez Tovar. Aunque en un inicio no le gustaba, le ganó cariño. Y ahora su trabajo habla por ella. Ha confeccionado los vestidos más representativos de algunas de las reinas de la Feria de San Juan del Río.

“Siento que mi carácter y la flexibilidad que tengo hacia la gente me ha ayudado, porque es un trabajo de mucha paciencia. La mayor parte de mi trabajo es dar opciones a las personas para que se sientan seguras”.

Estudió diseño de modas en Querétaro, trabajó con una diseñadora durante dos años y después se independizó. Fue entonces que abrió su local en San Juan del Río. Actualmente, llega a hacer 15 vestidos al mes, que, dependiendo de la dificultad del diseño, puede tardar entre 1 y 20 días. Pero lo que ha distinguido su marca, es el diseño de los vestidos de reinas.

“Los vestidos de las reinas son diferentes. Se usan muchos metros de tela, técnicas diferentes, crinolinas y aplicaciones. La tela tiene diferentes acabados, puedes llegar a usar 50 metros y no se nota. Los diseños son fuera de lo común, los lucen más y es un espectáculo que se ve desde lejos”.

En torno a los colores, los ha hecho en todos los tonos, pues cada reina tiene ya una idea de lo que quiere lucir. Los vestidos más importantes son los que vestirán en la coronación, los Juegos Florales Nacionales y la cabalgata.

“Lo más difícil para mí son los tiempos, porque les avisan a la mera hora. Los de Juegos Florales son colores más encendidos o pasteles, también se usan colores nude. Para los de la cabalgata, no se usan telas brillosas, que sean más de estilo escaramuza y que represente a San Juan. Suelen ser más ostentosos, con olanes y flores”.

De los vestidos que más recuerda es el lucido por Brigitte I, en su presentación, el cual tuvo mucho éxito “había hecho el vestido en otros colores, pero en rojo tuvo mucho éxito por la forma en que ella lo lució”.

Otro de los memorables, fue el vestido dorado de Adriana I, la última reina de las fiestas, que lució en los Juegos Florales Nacionales “fue la sensación, para ese vestido se usaron 25 metros de tela y a todos les encantó”.

Para la confección de la prenda, se buscan telas que no salgan tan caras, pero que se vean bonitas desde lejos y que luzcan, ya que se basan mucho en el presupuesto que les da el municipio. Y a pesar de que la moda va cambiando, lo que más influye en la elección del vestido ideal es la personalidad de cada reina.

“Hay reinas jóvenes que son muy sobrias, o hay reinas más grandes que son más destapadas. Yo me enfoco en la idea que ellas quieren. Todas son muy distintas y cada quien ha lucido el vestido de forma diferente”.

A Eri le gusta confeccionarlos porque puedes abrir tu mente a otras cosas que en vestidos comunes no puedes hacer. Ha vestido a reinas de Colón, Pedro Escobedo y de la ciudad de Querétaro. Lo que más le gusta es que la gente reconoce su trabajo como sanjuanense.

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“Me da mucha satisfacción ver el vestido terminado y luciendo en el escenario. Es muy diferente verlo con luces y con las reinas arregladas. Es una experiencia que me llena mucho. La gente valora tu trabajo y te felicita, lo único que habla de ti es tu trabajo y eso te va a abriendo el camino. En San Juan hay gente que trabaja bien”.