San Juan del Río fue sede del séptimo encuentro de maestras,integrantes de la Generación ´71-´75, de la Escuela Normal Rural“Vanguardia”, de Tamazulapan, Oaxaca, enclavada en la regiónmixteca, de donde hace 42 años egresaron, conservando hasta lafecha los lazos de amistad y compañerismo que desde entonces lasunió.
Esta vez, la Mtra. Teresita Ugalde Pacheco, originaria de estaciudad, y ex alumna de la citada Escuela Normal, fungió comoanfitriona, con el apoyo de su esposo el Mtro. Jorge Calva Olvera yde las familias Ugalde Pacheco y Álvarez Ugalde, se encargó deorganizar el programa del séptimo encuentro y ameno convivioanual.
Cuarenta y dos maestras acompañadas de familiares, procedentesde diferentes regiones de Oaxaca, como de la Mixteca, del Istmo, dela Costa, del Valle, así como de la península de Yucatán, deVeracruz, de Morelos y de Zacatecas, disfrutaron del estupendoconvivio, luego de haber recibido cordial bienvenida por parte desu anfitriona.
En el Santuario Guadalupano tuvo lugar la misa de acción degracias que estuvo a cargo del Pbro. Paulo Zurlo, quien dedicóemotivas palabras a la concurrencia, en la que también unieron susoraciones por sus compañeras del Istmo de Tehuantepec, quedesafortunadamente se vieron afectadas por causas del terremoto, locual les impidió asistir a su cita anual.
El ameno convivio enmarcado en un ambiente de gratacamaradería, de feliz reencuentro, de gratos recuerdos, nostalgiasy alegrías, lo disfrutaron las maestras -quienes por ciertolucieron hermosos vestuarios típicos de su lugar de origen-,familiares e invitados entre quienes se encontraban maestrosegresados de otras Normales Rurales, ubicadas en Campeche, Estadode México, Aguascalientes, Zacatecas e Hidalgo.
Saborearon suculenta cena amenizada por el Trío de Huapango“Sinfonía Huasteca”, luego presenciaron el arte del floreo acargo de Andrés Navarrete Álvarez; recibieron hermosos obsequioscon artesanía queretana e hidalguense, por parte de la anfitriona,y del Mtro. Emigdio Ortiz, uno de los invitados; entre otros bellosdetalles que las maestras agradecieron, reiterando su orgullo, suamor por el magisterio y por el arte de educar, al que dedicarongran parte de su vida.