En emotiva ceremonia religiosa, Regina Hazel Hernández Camacho cumplió con el importante sacramento que en la fe cristiana significa la primera experiencia de revelación espiritual con Jesús, luego de haberse preparado debidamente a través del curso de catequesis donde tuvo acercamiento con las bases de la formación católica.
En el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe tuvo lugar la ceremonia de primeras comuniones del grupo de niños del Instituto Plancarte del que ella formó parte, y en la que fue partícipe acompañada de sus papás: Cinthia Sayren Camacho Almaraz y Miguel Etzel Hernández Pulido.
Para esta ocasión especial, María Elena Camacho Almaraz y Juan José Romero Barrón fueron elegidos como padrinos, quienes con gusto acompañaron a Regina en la ceremonia religiosa donde junto con sus papás escucharon con atención las palabras del sacerdote oficiante quien por su parte les dedicó emotiva homilía haciendo referencia a la importancia de uno de los sacramentos de iniciación cristiana y su significado.
Posterior a la homilía y una vez que el padre realizó la consagración del pan y vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Regina Hazel se acercó al altar donde, según las nuevas normas en tiempos de pandemia, tomó en sus manos la fracción del pan que enseguida llevó a su boca, realizando así, su primera comunión, que significó para ella, especial y significativo momento que celebró con devoción.
Una vez concluida la ceremonia religiosa el padre les impartió la bendición y salieron del sacro recinto para luego festejar, en compañía de sus más allegados, el feliz acontecimiento.