Este rico postre a base de merengue, se dice, surgió para homenajear a Anna Pávlova, la primera bailarina rusa de finales del siglo XIX, quien visitó Nueva Zelanda, y en su honor se creó este delicioso pastelillo crujiente por fuera y cremoso por dentro, sobre el cual, esta vez, Angelina Velázquez Navarrete nos comparte la receta que poco a poco ha ido perfeccionando.
Este postre es el favorito de Juan José, a quien Gelo considera como su papá, él fue su inspiración para ir haciendo esta delicia cada vez más hermosa a la vista de los demás “y lo más importante, que cuando te des la oportunidad de probarlo, sea una experiencia mágica”.
Ingrediente: 6 claras de huevo, 300 grs., de azúcar, 1 cucharada de crémor tártaro, 2 cucharaditas esencia de vainilla o sabor de tu preferencia, 500 ml, de crema para batir, 1 taza de azúcar glas, y frutos de la estación.
Procedimiento: batir las claras con crémor tártaro a punto de turrón o pico de pájaro (como se le llama en la repostería) ya que está firme, ir añadiendo azúcar poco a poco sin dejar de batir y al finalizar se agrega la esencia; después se pasa a una manga para poder formar las pavlovas o pequeños bultos de merengue individual; se hornean a 160 grados alrededor de hora y media.
Preparación de la crema: En la batidora, batir la crema hasta lograr esponjado, agregar azúcar glas y seguir batiendo por un minuto, después agregar la vainilla. Colocarlo en una manga o usar una cucharita o espátula de escalón para rellenar los merengues, adornarlos con fruta de su preferencia y espolvorear con diamantina comestible. ¡Listo!