Alberto II y Charlene de Mónaco cumplen este año su décimo aniversario de boda y los rumores que han rodeado desde el principio su relación no parecen haber hecho mella en la princesa, que asegura esta semana en una entrevista en el semanario "Point de Vue" que se mantendrá siempre a su lado.
"Cuando mi marido tiene problemas, me los cuenta. Le digo a menudo: 'Pase lo que pase, estoy al 1.000 % contigo. Te apoyaré hagas lo que hagas, tanto en los buenos como en los malos momentos", señala la antigua nadadora sudafricana.
Sus declaraciones a los medios son escasas y en este caso están motivadas por la presentación de un nuevo retrato oficial en el que Alberto II y Charlene aparecen acompañados de sus dos hijos, los mellizos Jacques y Gabriela, de seis años.
El apoyo de la princesa a su esposo en esta entrevista es inquebrantable.
"Antes de que nos casáramos, fuiste mi amigo, mi guía, me protegiste. Cuando llegué a Mónaco, tuve que adaptarme a un nuevo ambiente. Aprendí escuchando, observando, pero fuiste sobre todo tú quien me ayudó y me mostró el camino. Estaré siempre a tu lado, te protegeré", asegura que le dice.
Alberto II es, según Charlene, "un hombre extraordinario" y dedicado al completo al Principado.
"No hay nadie más entregado a su país, más leal, determinado y valiente. No he visto a nadie trabajar mas que él. (...) Se interesa por todas las culturas y las respeta, tiene buen corazón y no juzga, sabe perdonar. Le tengo el mayor respeto", añade.
En la nueva imagen principesca, la princesa ha abandonado ya el corte de pelo punk con el que sorprendió al mundo a mediados de diciembre, con parte de la cabeza rasurada, y luce una melena corta con flequillo.
"Ese corte fue mi decisión. Al parecer provocó todo tipo de comentarios, pero resulta que tenía ganas desde hace tiempo. El estilo me gusta, eso es todo. (...) Estamos en 2021 y en estos tiempos tan difíciles hay otros temas mucho más importantes que merecen nuestra atención", concluye.
Ella asegura ser feliz: "Hay momentos más o menos fáciles, como le sucede a todo el mundo, pero estoy feliz tal y como estoy, colmada con mi vida, sé que soy muy privilegiada", recalca Charlene, que reconoce que es "profundamente creyente" y que agradece a Dios "cada día" que le da.