El matrimonio conformado por los químicos Hellen Mendoza y Ricardo Uraga, crearon un ajonjolí artesanal que lleva por nombre “Ajonjolel”, que además de tener un buen sabor, aporta diferentes beneficios para el cuerpo como el calcio.
“Mi esposo y yo hicimos una investigación para darle a la comida un aderezo que le dé un sabor delicioso, pero que además le aporte nutrientes que beneficien a la salud. El calcio que el ajonjolí te aporta es muy bueno y ayuda a las personas que son intolerantes a la lactosa”.
El producto final dio como resultado ajonjolí de diferentes sabores, con ajo, con ajo y cebolla, con orégano y con picante. La idea nació por la preparación del mole, que hacía la suegra de Hellen.
“Mi suegra es de Oaxaca y usaba mucho el ajonjolí para ponerle a los moles, pero mi esposo es muy creativo, y le nace la idea de ponerle más especias y darle sabor a la comida, pues puedes aderezar desde una quesadilla hasta platillos gourmet”.
La mayor característica de este ajonjolí en comparación con el que venden de manera comercial, es que tiene muchas especias “es lo que le da el sabor, el ajonjolí garapiñado tiene mucho dulce, y podrán encontrar ajonjolí natural o tostado, pero no con sabor. Es un proceso muy cuidado en tiempos y temperaturas, además de que las especies que tiene le aporta diferentes propiedades”.