Marcela Bonilla de Ramírez es originaria de la Ciudad de México, pero desde hace algunos años radica en Tequisquiapan. En febrero del siguiente año cumplirá 80 años lo que no le ha impedido continuar con su labor artística bajo la marca Maram.
Marcela ha dedicado toda su vida al dibujo. Estudio Diseño de interiores y se dedicó a las escenografías: “mi especialidad era dibujar a escalas grandes en tela para escenografías, ahora ya todo es virtual y más fácil para los diseñadores gráficos”.
Una vez que enviudo, decidió vivir en Tequisquiapan porque le pareció un lugar muy bonito: “me gusta mucho el ambiente y la cuestión artística es como mi terapia, me relaja bastante”. Ha dado clases de pintura y ahora se dedica al arte aplicado a la cerámica y a las cajas de madera.
Sus influencias son Van Gogh y Rembrandt. Su técnica favorita es la acuarela y le gustan el impresionismo y el abstracto: “el arte no está anegado para nadie, hay muchas facilidades para poder hacerlo, muchas veces es una terapia o un pasatiempo increíble para personas que están solas. Es importante incentivar a los niños para que desde chiquitos puedan desarrollar el arte de la pintura.
Ahora es una artista reconocida en la región tanto por las exposiciones que ha realizado como por las clases que ha dado en el centro de cultura de Tequisquiapan como de manera particular. Para seguir su trabajo, puedes seguir su cuenta en Instagram como Marcela Ramírez Art.