AMEALCO DE BONFIL, Qro.- Por quinta ocasión, se llevó a cabo el programa “Padrinos Navideños”, que organiza La Casa Otomí, ubicada en el barrio de Yosphí, perteneciente a la comunidad de San Ildefonso Tultepec, en el municipio de Amealco, en donde se beneficiaron más de mil 700 niños y 300 adultos mayores que recibieron juguetes, ropa, zapatos, despensas y cobijas.
Como cada año, La Casa Otomí, en coordinación con empresas e instituciones educativas del estado de Querétaro y Estado de México, lograron el sueño de estos pequeñitos a través de este programa en el que se apadrina por medio de un sorteo a un menor a partir de los cero meses y hasta los 12 años, en el que se les apoya con una muda de ropa, zapatos nuevos y un juguete.
Eduardo Paulín Nardoni, director y fundador de esta casa de asistencia gratuita, fundada desde el año 2002, resaltó que el programa de apadrinamiento responde al propósito de dar a conocer a los niños el significado de la Navidad, ya que anteriormente no sabían qué se celebraba y para ellos era un día común y corriente.
“Notamos que no tenían conocimiento de lo que era la Navidad, no celebraban nada y era un día normal, por lo mismo de la situación de rezago social y así fue cómo surgió la iniciativa de apadrinarlos en estas fechas, días antes de nochebuena”.
Explicó que este esquema inició beneficiando a 100 niños hace cinco años, y en su quinta edición son mil 740, y también se agregaron apoyos para los adultos mayores con la entrega de 300 cobijas y despensas para las familias con más necesidades.
Para apoyar con este esquema a los niños, desde el mes de agosto se les toma la foto y se asigna un número, que posteriormente se sortea entre los interesados, y ahí es donde entra la participación de las escuelas y algunas industrias quienes piden cierto número de menores para entregarles su regalo.
En cuanto al procedimiento de entrega, desde muy temprano llegan las señoras con su hijos para formar filas según su edad, posteriormente van pasando a la Casa Otomí, en donde se les hace entrega de una bolsa de dulces y una bebida; para después disfrutar de un programa artístico cultural, y finalmente pasar por sus regalos que son entregados en su mayoría por los padrinos, quienes verifican que el apoyo queden en manos de los niños.
Teresa Pérez Santiago, madre de familia de tres niños de la comunidad de Texcadho, dijo que esta es la primera vez que participa como beneficiaria, agradeciendo el apoyo toda vez que en su hogar no les alcanza para el sustento diario, porque su esposo trabaja en el campo y ahorita están es temporada baja.
“Nos hacen ahorrar en un par de zapatos porque no nos alcanza para todo lo que necesitan nuestros hijos. Le damos gracias la gente que apoya para que nuestros niños puedan estrenar porque no siempre se puede”.
Lupita Francisco, es una niña beneficiada de la comunidad de San Ildefonso, quien lo primero que vio fue una sudadera color rosa, que hacía juego con unas botas grises que la ayudaría a combatir el gélido clima de la región, pero su mirada se iluminó cuando vio entre sus manos dos muñecas, las cuales sólo las había visto por televisión y no podía creer que eran para ella.
“Las vi en la televisión pero como son muy caras me dijo mi mamá que yo no podía tener una de esa y tengo dos. La madrina que me ayudó es muy buena porque me dio ropa y juguetes, también me mandó una carta diciéndome que pase feliz Navidad y que Dios me bendiga”.
Como Lupita más de mil 700 menores lograron tener un juguete nuevo entre sus manos, y cada que desprendían el papel de esas cajas de cartón, la esperanza se hacía más presente.