Francisco Peña Gutiérrez, deja este mundo, dejando miles de recuerdos, los cuales se quedan plasmados en su galería que logró acumular en sus 46 años de trayectoria como reportero gráfico, y que hoy quedan convertidos en recuerdos inmemorables.
Originario de la CDMX, llegó a Querétaro en el año de 1976, por lo que el artista de la lente mencionaba: "soy queretano por adopción y también por sentimiento".
Desde su llegada a la ciudad recorrió varios trabajos, como fotografiar artículos de la empresa MABE para sus catálogos.
El inolvidable fotógrafo deja un gran legado con su obra, misma que en días posteriores será exhibida en el Centro Queretano de la Imagen, junto a la de otras personalidades del mundo de la fotografía que han dejado este mundo en el último año.
Actualmente, colaboraba en varios proyectos con distintas instituciones públicas y privadas, impartía clases de su gran pasión, la fotografía, donde les transmitía a sus alumnos el amor por la lente; en la última entrevista para Diario de Querétaro, publicada el 6 de enero de este año, el maestro mencionaba que él no estaba peleado con la tecnología, sin embargo reconoció que las cámaras analógicas eran las que hacían al fotógrafo. “La diapositiva es lo que te forma, ahí no puedes recortar absolutamente nada, debes cuadrar, medir la luz y ver que todo esté perfecto antes de disparar, ese control que un fotógrafo debe tener con todos sus elementos es lo que hace la diferencia”, señalaba.
Reconoció que su amor por el arte de retratar lo descubrió desde los 12 años con una camarita que le compraron en una tienda de importaciones japonesas.
“La fotografía para mí ha sido parte de lo que imagino, la cámara es una herramienta nada más, el verdadero arte está en convertir la imaginación en una imagen que se queda grabada, tal vez para la posteridad”. Y así será con el gran legado que deja a su familia, amigos, colegas y alumnos que siempre lo recordarán como un grande de la cámara.
Hasta siempre, Paco Peña.