Ante el altar, Olga Plasencia Hernández y Silverio Reséndiz Basaldúa prometieron amarse por siempre al cumplir con el séptimo sacramento de la iglesia católica, durante significativa ceremonia religiosa en la que tuvieron como testigos de su juramento de amor y fidelidad, a familiares y amigos.
El P. Julián Reséndiz recibió en las puertas del templo a los contrayentes y a su cortejo nupcial, encabezado por Francisco Chimal Arellano y Elizabeth Arellano Trejo; Silverio entró del brazo de Lucia Basaldúa, su mamá, mientras que Olga llegó al altar acompañada de su hermano Daniel, quien la entregó a su prometido para juntos postrarse ante el altar y celebrar su enlace nupcial.
Una vez que los contrayentes se dieron el sí definitivo y fueron declarados nuevos esposos, salieron del sacro recinto y se dirigieron a conocido centro social donde, en compañía de sus seres queridos disfrutaron de la fiesta de boda, en la que fueron felicitados deseándoles lo mejores en la nueva etapa de vida que juntos decidieron emprender formando una vida en común.