Es un ejercicio de sororidad muy importante, cita la Dra. Gaby Nieto Castillo, quien se dice convencida de la importancia del movimiento para nuestro país, “es un ejercicio de libertad en el cual hay una suma muy importante de mujeres pero también de hombres en conciencia de los problemas que han enfrentado las mujeres, frente a la inseguridad y falta de oportunidades; nos lleva como sociedad a tomar medidas importantes en diferentes ámbitos, siempre, en beneficio de un escenario efectivo, real, de igualdad sustantiva en nuestro país.
Este movimiento de gran magnitud, hacia dónde nos lleva: a reflexiones y a modificaciones normativas importantes siempre en beneficio de las mujeres para protección de niñas, jóvenes, adultas y adultas mayores. “Insisto, si hablamos de un estado constitucional es muy importante lograr una igualdad sustantiva y creo que esto es parte del fortalecimiento de nuestro país, del fortalecimiento permanente del proceso de consolidación democrática de México”.
Qué hacer ante esta ola de violencia contra la mujer: llevar a cabo acciones importantes, estructurales al interior de las instituciones desde el punto de vista normativo, al seno de las familias, a fin de abatir ese problema y riesgos tan delicados que enfrentan muchas mujeres”.
La Sra. Zaharula Zaharías de Cházaro, expresa “Yo estoy de acuerdo con el movimiento del ´9 nadie se mueve” para que con nuestra actitud, todas las mujeres ofendidas y agredidas sientan la fuerza de nuestro apoyo y se sienta la unión que existe entre nosotras, siempre y cuando al dar este apoyo, revisemos el campo de nuestras intenciones y ver que realmente son sinceras, brotan del corazón y no tienen otras intenciones, solo así tendrá la fuerza y el éxito que deseamos.”
Ivonne Rangel, presidenta de Cefim, sobre el tema comenta: esta manifestación a través de la ausencia es un grito de auxilio no sólo necesario sino urgente. Cada mujer en nuestra amada y lastimada nación conocemos a fondo, y en carne propia, los fundamentos de esta ya insostenible realidad. Sin embargo, me parece que se trata de un grito incompleto, casi ahogado. Le faltan las propuestas y peticiones concretas. Le faltan los precisos qués, cómos y cuándos. Eliminar la violencia en la sociedad, entre personas del mismo o de distinto sexo, es una meta cuyo ejercicio primerísimo debe realizarse dentro de la familia.
La labor preventiva y la curativa requieren de educación en todos sentidos, de comunicación y, para quienes somos creyentes, de fervorosa oración y acciones colmadas de fraternidad.
Sí, necesitamos ser revaloradas, aunque la primera necesidad es revalorar al ser humano.
Sólo a fuerza de re-educarnos será posible revertir la desintegración social que hoy por hoy ha degenerado en semejante violencia. La vida lo vale.
Terecita Nieto: creo que todas las mujeres deberíamos estar unidas y manifestarnos ante todas las desgracias que están ocurriendo a las mujeres, es una desgracia verdadera que como mujeres ni siquiera podamos comprender lo que está sucediendo. He escuchado a personas que no se unen porque no están de acuerdo en esos enojos que presentan algunos grupos; yo les pregunto: a ustedes les han matado una hija, un familiar, ustedes tienen una persona desaparecida? …
Una cosa es escuchar que se perdió una persona y otra cosa es que tu hija es la que se perdió, que amaneció muerta, que la descuartizaron, etc., pongámonos en los zapatos de esas personas que han sido resilientes, porque quien sabe si nosotros podríamos serlo como para moverse tanto, correr tanto, luchar tanto, tal vez yo estuviera metida en la depresión y no estuviera luchando como esas mamás a quienes admiro; le pido a Dios que nunca me pase algo así, pero creo que antes de criticar debemos ponernos en sus zapatos, y preguntarnos cómo reaccionaríamos; es más alguien dijo “tiro el Ángel de la independencia”, si tirándolo logramos que se haga justicia, lo tiramos.