María Pérez instructora del taller de alebrijes en Centro Cultural de Tequisquiapan

Nos cuenta la leyenda que dio origen a las alucinantes criaturas que forman parte del arte popular procedente del Estado de México

Laura Olguín Castillo

  · sábado 19 de enero de 2019

TRABAJANDO un alebrije que será un dragón de dos cabezas. FOTOS: CÉSAR ORTIZ

Se supone que son pesadillas –dice María Pérez Aparicio- al explicarnos la leyenda de estas ilusorias creaciones; “son animales fantásticos de nuestra imaginación que no vemos en vivo pero que los podemos plasmar a través de los alebrijes y darles color para hacerlos fantásticos”.

LOS ALEBRIJES representan las pesadillas.


En el Estado de México existió un señor llamado Pedro Linares, “estuvo muy enfermo y en su delirio empezó a soñar que estaba en un cerro y a lo lejos escuchó: ¡alebrijes! ¡alebrijes!, se acercó y se sorprendió mucho porque eran monstruos, animales de dos cabezas, animales combinados…

CRIATURAS míticas forman parte del arte popular mexicano.


Él era piñatero-cartonero, y cuando despertó de su sueño, empieza a hacer alebrijes, a acomodar en sus piñatas figuras mitad cuerpo… poco a poco fue metiendo color para hacerlos fantásticos. Originalmente se hacen de cartón y papel. Oaxaca los adoptó pero los hacen de madera”, citó nuestra entrevistada, quien desde hace 18 años imparte el taller de alebrijes en el Centro Cultural de Tequisquiapan.

EN REPARACIÓN, algunos alebrijes que forman parte de la colección del Centro Cultural.