/ martes 14 de julio de 2020

Ma. Elena Cortés en el arte del ballet

Me encanta el autocontrol de mi propio cuerpo, girar y girar, hacer 8, 16, 32 fouettés y terminar en pose, es mágico

Para María Elena Cortés Guerrero, el ballet clásico, definido como la belleza de la línea, es para ella armonía y estabilidad en todos los sentidos; bella expresión artística que le complace practicar y sobre todo enseñar desde hace 17 años en la Casa de Cultura a cientos de niñas y jóvenes que han formado parte de alguno de los grupos que ha tenido a su cargo, desde principiantes hasta avanzados.

“Me gusta poder colaborar en la formación de las estudiantes, el darles herramientas para canalizar sus emociones y ver que realmente causa impacto en su vida en general, como ser mejores personas además de su avance técnico, en verdad es incomparable”, nos comenta.

El ballet clásico es su pasión, le brinda armonía y estabilidad. Foto Cortesía / M. E. Cortés

Se ocupa también, por cuenta propia, de cada año acudir a clínicas, seminarios, cursos de actualización en diferentes áreas y lugares así como a concursos nacionales de danza clásica, y concurso de repertorio cada dos años, para seguir profesionalizándose en temas de técnica, barra, barra de piso, música, anatomía aplicada a la danza y consciencia muscular, lo que le ha permitido consolidarse como una de las instructoras de ballet clásico reconocidas en nuestra comunidad.

María Elena Cortés forma parte de la Sociedad Mexicana de Maestros de Danza Clásica.

Entre los grandes aciertos de sus alumnas, menciona que 5 de ellas audicionaron en la Escuela de Danza Clásica en el Pedregal CDMX donde 3 lograron su pase a la Escuela de Illinois, EU, para curso de verano, así como una de ellas logró un lugar para estudiar durante un año; además de, ella y 30 niñas, haber formado parte de la Compañía de Danza Clásica “Querétaro 2000” durante dos años.

Con algunos de sus alumnos en el salón de clase. Foto Archivo

De manera ininterrumpida cada año realiza presentaciones con grupo de alumnas en diferentes programas, además del que cada fin de curso prepara como muestra de lo que aprendieron durante el mismo.

Se ha ganado el aprecio y cariño por parte de sus alumnas. Foto Archivo

Con proyecto de un recital con la obra Coppelia, que por la contigencia actual tuvo que suspender, la maestra María Elena se encuentra en espera de la autorización para retomar ensayos y los preparativos para dicho recital, mientras tanto sigue creando repertorio, fortaleciendo la metodología dancística clásica, planeando clases, y tomando curso en línea sobre el tema del Covid-19 que imparte el Instituto Mexicano del Seguro Social, para un regreso seguro al trabajo.

Para María Elena Cortés Guerrero, el ballet clásico, definido como la belleza de la línea, es para ella armonía y estabilidad en todos los sentidos; bella expresión artística que le complace practicar y sobre todo enseñar desde hace 17 años en la Casa de Cultura a cientos de niñas y jóvenes que han formado parte de alguno de los grupos que ha tenido a su cargo, desde principiantes hasta avanzados.

“Me gusta poder colaborar en la formación de las estudiantes, el darles herramientas para canalizar sus emociones y ver que realmente causa impacto en su vida en general, como ser mejores personas además de su avance técnico, en verdad es incomparable”, nos comenta.

El ballet clásico es su pasión, le brinda armonía y estabilidad. Foto Cortesía / M. E. Cortés

Se ocupa también, por cuenta propia, de cada año acudir a clínicas, seminarios, cursos de actualización en diferentes áreas y lugares así como a concursos nacionales de danza clásica, y concurso de repertorio cada dos años, para seguir profesionalizándose en temas de técnica, barra, barra de piso, música, anatomía aplicada a la danza y consciencia muscular, lo que le ha permitido consolidarse como una de las instructoras de ballet clásico reconocidas en nuestra comunidad.

María Elena Cortés forma parte de la Sociedad Mexicana de Maestros de Danza Clásica.

Entre los grandes aciertos de sus alumnas, menciona que 5 de ellas audicionaron en la Escuela de Danza Clásica en el Pedregal CDMX donde 3 lograron su pase a la Escuela de Illinois, EU, para curso de verano, así como una de ellas logró un lugar para estudiar durante un año; además de, ella y 30 niñas, haber formado parte de la Compañía de Danza Clásica “Querétaro 2000” durante dos años.

Con algunos de sus alumnos en el salón de clase. Foto Archivo

De manera ininterrumpida cada año realiza presentaciones con grupo de alumnas en diferentes programas, además del que cada fin de curso prepara como muestra de lo que aprendieron durante el mismo.

Se ha ganado el aprecio y cariño por parte de sus alumnas. Foto Archivo

Con proyecto de un recital con la obra Coppelia, que por la contigencia actual tuvo que suspender, la maestra María Elena se encuentra en espera de la autorización para retomar ensayos y los preparativos para dicho recital, mientras tanto sigue creando repertorio, fortaleciendo la metodología dancística clásica, planeando clases, y tomando curso en línea sobre el tema del Covid-19 que imparte el Instituto Mexicano del Seguro Social, para un regreso seguro al trabajo.

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