La Parroquia de Santo Domingo celebró la tradicional procesión del Domingo de Ramos, en un nuevo recorrido que se hizo por la calle de Zaragoza, en donde el padre Héctor Alvarado Reséndiz dio la bienvenida a los fieles católicos.
“Queridos hermanos, después de haber preparado nuestros corazones desde el principio de la Cuaresma por nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy iniciamos la celebración de la pasión y resurrección de nuestro señor Jesucristo, misterios que empezaron con su entrada en su ciudad Jerusalén, que recordamos con fe y emoción”.
El padre llevó a cabo la bendición de las palmas, para comenzar el recorrido hacia la Parroquia de Santo Domingo, recorriendo la calle de Zaragoza de principio a fin. Al llegar al templo, algunas personas esperaban el arribo de la procesión.
Una vez en la iglesia, se realizó la lectura de la pasión del señor según San Marcos, con una interpretación con dos voluntarios de la parroquia, mientras los devotos guardaban silencio, para después dar paso a la homilía del padre Héctor Alvarado.
“Entramos en la recta final de este tiempo de preparación que es la Cuaresma, y donde se nos ha invitado a la conversión y al arrepentimiento, y hoy que celebramos la entrada de Jesús a Jerusalén, escuchamos también la pasión de nuestro señor en el evangelio de San Marcos, y pues la invitación siempre es a la reflexión de este acontecimiento, es un momento donde está depositada nuestra fe”.
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Al término de la ceremonia eucarística, se dio nuevamente la bendición de las palmas de las personas que esperaron en el templo y se dio a conocer las actividades que la Parroquia de Santo Domingo tendrá en Semana Santa.