Que no se acabe esa raza de los hombres de a caballo “…que no se acabe esa raza porque tiene olor a campo, color de todos los cielos, sol de todos los Estados, murmullos de abrevaderos, de ríos, tanques y tajos. El color de los desiertos, el frío del altiplano y el encanto de los llanos…” versa hermoso poema de don Delfín Sánchez Juárez describiendo la figura del charro, al que cada 14 de septiembre desde hace 86 años se le dedicó el día para enaltecer su estampa y todo lo que representa.
San Juan del Río se ha distinguido como un municipio con gran historia en la charrería y de sus hombres de a caballo que han puesto en alto su nombre, que han sabido contribuir para continuar y seguir manteniendo viva esta tradición, herencia de nuestros antepasados.
Felipe de Jesús Navarrete Domínguez es uno de ellos; “tuve la fortuna de haber nacido en una familia charra, básicamente puedo decir que nací charro, a meses de nacido mi mamá me montó en un caballo” y desde entonces, se ha dedicado a la práctica de la charrería como integrante del equipo sanjuanense “Hermanos Navarrete” una de las pocas asociaciones familiares que continúan inculcando el arte de la charrería y preservando nuestro deporte nacional.
Sus inicios en la charrería formal tienen lugar cuando contaba con 8 años de edad, y en competencias a nivel profesión en el primer Congreso Nacional Charro que tuvo lugar en Tlajomulco de Zúñiga en el 2005, donde lograron el subcampeonato, posteriormente siguieron participando en los nacionales logrando destacar entre los primeros cinco lugares, y de forma personal Jesús obtiene el 3er lugar en la suerte del paso de la muerte en el 2007, y en el 2009 obtiene el campeonato nacional en la suerte de colas en categoría b; en el 2010 obtiene el subcampeonato de cala nacional.
En la categoría libre se inició a los 13 años en el mismo equipo familiar, con sus tíos y primos básicamente, comenta, “hemos tenido muy buenos años, varias finales estatales y en 2019 fuimos subcampeones estatales” logrando además el pase y participación a congresos nacionales en Pachuca, Zacatecas y Morelia.
La charrería comenta, “la llevo en la sangre” y muestra su orgullo de haber nacido en una familia charra que le ha permitido desarrollase en este ámbito que, incluso, lo ha llevado a “vivir de la charrería… básicamente esa es mi profesión”, comenta, al dedicarse a arrendar caballos desde 2008, reconociendo como su primer maestro a su tío Jesús Navarrete, después a Juan Zermeño en Lagos de Moreno, Jalisco, y de ahí ha estado aprendiendo de varios arrendadores, reforzando mucho sus bases con nuevas técnicas que aprendió en Estados Unidos con Dallas Cunningham, donde tuvo oportunidad de trabajo en la rienda de caballos, dedicándose más al reining (rienda vaquera).
Su vida ha transcurrido en ese ambiente, con la fortuna de recibir premios por buenas actuaciones en caballos que él mismo ha arrendado, lo que para él significa todavía mayor satisfacción… “charrear es una sensación inexplicable, de gusto, de nerviosismo porque tienes que cumplirle al equipo, a tu familia”, nos dice, además de mencionar la gran responsabilidad y compromiso que conlleva vestir el traje de charro, “porque vestirse de charro es como vestirse de México y todo buen charro doblemente caballero, sabe a cuanto se obliga un hombre que va vestido de México”, haciendo referencia al poema del poeta español Manuel Benítez Carrasco.
Actualmente el equipo sanjuanense “Hermanos Navarrete” sigue escribiendo su historia, está integrado por José de Jesús Navarrete, Felipe de Jesús Navarrete, Luis Jesús Navarrete Álvarez, José Andrés Navarrete Álvarez, Julio Jorge Navarrete Ruiz, José Antonio Badillo, Rafael Navarrete Soto, Leobardo Sánchez, Oscar Chávez, Jorge Alberto Álvarez Ugalde y Diego Olguín Mondragón, listos para su participación el próximo 19 del presente en el campeonato estatal charro, que este 2020, se llevará a cabo sin público, en el Rancho El Pitayo.