Se encuentra en la galería lobby del recinto cultural sanjuanense; se compone de 12 cuadros realizados en técnica óleo y pigmentos sobre tela que se caracterizan por sus tonalidades en rosa y por la textura, donde a través de cada obra el expositor muestra su vocación artística que logra, entre otras cosas, gracias a su estancia en Europa y su recorrido por museos y galerías de Francia, Alemania e Italia.
“Es un ejercicio de abstracción, por las lecturas que hago y parte de las experiencias visuales y de explorar estéticamente el paisaje…”, citó Valtierra durante la inauguración de su obra, en la que se contó con la presencia de algunos invitados que presenciaron su propuesta.
Su estancia en los citados lugares, “además de rigurosas lecturas de obras clásicas, han nutrido a Juan José para definir su vocación artística, así como para perfilar su teoría plástica y concebir su ingreso formal al abstraccionismo, con sorprendentes resultados logrados hasta hoy”, se lee en la explicación de su obra.
Y en un texto de Wilebaldo Herrera, acerca de la obra, cita: se podría pensar que los elementos prefigurados como un derrame pluvial en la superficie de cada cuadro por el artista, son producto de un duende milenario que se rige por la mano dual de un espíritu visual ante el espectador de hoy. Los presocráticos son los primeros filósofos en interpretar el mundo y su imagen, el artista secunda esta secuela con la bujía de su trazo gráfico en cada amanecer y noche frente al bastidor.