El “Día Internacional del Beso” se celebra cada año, el 13 de abril, lo que algunas personas consideran como el acto de amor más practicado, no solo entre las parejas, sino también entre amigos, de padres a hijos, o hasta entre extraños.
La celebración nace de un concurso anual, que realizaba organizado por "Ripley's Believe It or Not!" en Tailandia, en donde las parejas participantes debían batir el récord del mayor número de horas consecutivas en besarse, y que dejó de hacerse en 2013, debido a la exigencia de la competencia.
Los concursantes podían consumir líquidos con un popote, siempre y cuando los labios estuvieran en contacto en todo momento, el beso debería de ser continuo, la pareja debía estar despierta en todo momento, los concursantes debían estar de pie en todo momento, no se permitían descansos y si querían ir al baño, debían de hacerlo mientras se besaban y eran vigilados por un árbitro.
El último récord conseguido en esta competencia, fue obtenido por la pareja tailandesa Ekkachai y Laksana Tiranarat, quienes en 2013, consiguieron besarse por 58 horas, 35 minutos y 58 segundos, y quienes obtuvieron 2,500 euros y dos anillos con diamantes como premio.
Si bien, esta hazaña se ha descrito como increíble, el beso puede tener múltiples beneficios, pues disminuye el estrés y la ansiedad, se pueden llegar a quemar hasta 12 calorías por minuto y se ejercitan más de 30 músculos de la cara.
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Entre los besos más famosos de la historia, está el beso de Judas, que se usa como expresión hacia una persona traicionera, el beso entre un marino y una enfermera, en la celebración del término de la Segunda Guerra Mundial en el Times Square en Nueva York, el beso de "La dama y el vagabundo" al comer espagueti, y el beso entre las cantantes Madonna y Britney Spears en los MTV Awards en 2003, entre otros.