La sazón de familia para la elaboración del tradicional mole de guajolote, es la principal herencia para la familia Obregón Flores que ofrece este manjar desde hace algunos años en Buenos Aires, El Apartadero, en Amealco de Bonfil, donde con amor y alegría reciben a sus comensales todos los martes y domingos.
Así lo dio a conocer la señora Candelaria Flores Correa, quien con su esposo Rubén Obregón Carmona, alistan todo lo necesario para el ritual que se requiere para el suculento mole que, dijo, lleva una variedad de chiles que se ponen a secar al sol para después ser triturados en el molino.
Platicó que ella primero hacia el mole para reuniones familiares y algunos banquetes, y posteriormente se decidió a emprender un negocio, ya que en Amealco es una tradición los “martes de mole”, en donde se reúnen personas de todo el estado para degustar de un latillo acompañado con arroz, frijoles refritos y desde luego, las tortillas hechas a mano.
“Nos animamos a vender porque aquí es una tradición los martes, es todo un proceso de elaboración que se hace con mucho cariño para que quienes prueben, regresen y nos recomienden. En mi caso me enseñó mi mamá y también mi suegra, la sazón se va heredando a través de las generaciones”.
La propietaria de este lugar pidió a las personas a que acudan y se dejen cautivar por el sabor del mole amealcense, ya que de este modo se contribuye con el consumo local en esta época de crisis, por lo que además sugirió reservar.
Por último, expuso que por las condiciones de la contingencia sanitaria se cuenta con el servicio de llamar, ordenar y recoger al número 4481018848, en donde de igual manera reciben encargos para fiestas.