En el marco de la Solemnidad de Santa María, ayer por la tarde tuvo lugar la Misa de la Paz que presidió el párroco de la Parroquia de San Juan Bautista acompañado de los Vicarios: P. Ernesto Castro y Luís Miguel Pintor, y el Pbro. Guillermo Toral, Misionero Josefino.
Cientos de familias fueron partícipes de esta ceremonia anual en la que escucharon la homilía que dirigió el P. Javier, transmitiendo en síntesis y a manera de reflexión, el mensaje que el Papa Francisco emitió para la LII Jornada Mundial de la Paz con el tema: La buena política está al servicio de la paz, en el que señala “la responsabilidad política pertenece a cada ciudadano, y en particular a aquellos que han recibido el mandato de proteger y gobernar. Esta misión consiste en salvaguardar el derecho y fomentar el diálogo entre los actores de la sociedad, entre las generaciones y entre las culturas. No hay paz sin confianza mutua. Y la confianza tiene como primera condición el respeto por la palabra dada”.
El párroco leyó las “bienaventuranzas del político” propuestas por el cardenal vietnamita Francois-Xavier, y que el Papa Francisco cita en su mensaje, en el que también menciona que “cada renovación de las funciones electias, cada cita electora, cada etapa de la vida pública es una oportunidad para volver a la fuente y a los puntos de referencia que inspiran la justicia y el derecho. Estamos conenvencidos de que la buena política está al sericio de la paz; respeta y promueve los derechos humanos fundamentales, que son igualmente deberes recíprocos, de modo que se cree entre las generaciones presentes y futuras un vínculo de confianza y gratitud…”.
El mensaje finaliza: La política de la paz –que conoce bien y se hace cargo de las fragilidades humanas- puede recurrir siempre al espíritu del Magnificat que María, Madre de Cristo salvador y Reina de la paz, canta en nombre de todos los hombres ´Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; (…) acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres a favor de Abrahán y su descendencia por siempre´” (Lc. 1,50-55).
Al concluir la ceremonia religiosa del primer día del año, como es tradicional, los asistentes entonaron el villancico “Noche de paz” que estuvo a cargo del Coro Parroquial, mientras se encendían las bengalas que resplandecieron en las primeras horas de la noche, e iluminaron el atrio parroquial y parte del Jardín Independencia donde los fieles fueron partícipes de la ceremonia, unidos en oración y con los deseos de paz.