El arte se tiene que ver con ojos de divinidad, es la réplica del ser en su máximo esplendor, por algo un Ser Supremo lo creó, comenta Fernanda Pérez Barrón durante esta entrevista en la que nos comenta sobre su trayectoria artística a la que se ha dedicado desde hace 12 años, quien con tesón se ha sabido abrir puertas y seguir realizándose a través de las bellas artes.
Su mayor sueño, nos comenta, es poder llevar la cultura y las artes a todo San Juan del Río, y como todo artista, es estar en grandes escenarios, “pero me llena el alma y el corazón saber que mi municipio puede llegar a ver más cultura y arte como tal. Siempre lo he dicho, algún día seré directora de cultura y estoy luchando para ello y para seguir cultivando las artes”.
Sus bases en su formación artística las tiene en la Casa de la Cultura donde cursó danza folclórica y ballet clásico, después inició en proyectos de danza, teatro y canto, participando como bailarina en la puesta en escena “El Fantasma de la Ópera”, luego ingresó en el grupo “Canto della Terra” desde ahí, comenta, supe que quería ser artista, sueño que ha logrado gracias al apoyo de una persona muy especial para ella quien fue como “su mecenas” su “ángel guardián” la señora Catalina Mendieta, su madre y su familia.
Fernanda es Licenciada en Artes Escénicas con línea a Teatro por la Universidad Autónoma de Querétaro a través de la Facultad de Bellas Artes, tuvo oportunidad de cursar técnica actoral en Dinamarca; desde hace 3 años a la fecha, es docente de talleres culturales y apoyo en gestión cultural en la Universidad Tecnológica de San Juan del Río, actividades que comenta, disfruta mucho.
Recordando lo que alguna vez una persona especial para ella le dijo, que Dios nos da un talento al nacer y que a ella la ha bendecido con uno muy grande, exhortándola a desarrollarlo y llegar a su meta, nos dice, al menos lo intento y trato de llegar a los demás a través del arte, la docencia y la gestión, me gusta porque el arte se tiene que ver con ojos de divinidad, es la réplica del ser en su máximo esplendor.
“… a poco no, cuando escuchas una pieza clásica, vez un cuadro, algún performance o baile y llega a ti el éxtasis, es algo que hasta la piel se te eriza y tus sentidos se agudizan, ahí es cuando tú y eso (el arte) hicieron conexión divina, es algo maravilloso por lo cual estoy dedicada para que todos podamos llegar a sentirlo”.
Este tiempo de contingencia, comenta, artísticamente le ha afectado ya que varios proyectos que tenía programados tanto personales como en la UTSJR y demás eventos tuvieron que ser suspendidos hasta nuevo aviso, “como a cualquier persona me afecta esta situación, el aislamiento en sí es lo que más nos puede a los que trabajamos en el arte, y más si eres hiperactiva como yo…” pero hay que seguir las reglas y cuidarnos, sobre todo, concluye.