Como desde hace 29 años, peregrinos provenientes de San Felipe de Ixtapa, Oaxaca llegaron al Barrio de la Cruz para cumplir con su compromiso anual como es visitar a sus hermanos en la fe y juntos venerar al “Cristo Olvidado” además de convivir y seguir manteniendo los lazos de amistad que desde entonces los ha unido.
Fueron partícipes de la ceremonia religiosa oficiada en el cerro del Techimacit, y posteriormente disfrutaron del convivio ofrecido en el domicilio de la familia Martínez Ramírez donde ofrecieron deliciosa comida mexicana: arroz, mole verde, frijoles fritos, carnitas entre otras delicias que saborearon los visitantes durante su estancia en el Barrio de la Cruz, quienes después del convivio retornaron a su lugar de origen.
Cabe resaltar el compromiso de Guillermo Martínez -cofundador de la Asociación del Cristo Olvidado-, de su esposa Inés Ramírez y sus hijos: Laura, María Cita, Margarita, Andrés, Josué y María Luisa, para mantener viva esta tradición que hace 29 años inició en lo que fue el primer asentamiento humano de estas tierra, en la época prehispánica: El Barrio de la Cruz.