La tarde de ayer nos encontramos con la triste noticia del sensible fallecimiento del estimado padre Paulo Zurlo Zordanatzzo quien víctima del cáncer murió a los 88 años de edad, en la ciudad de Guadalajara, Jal., noticia que se dio a conocer a través de la red social Facebook, en la que varias personas externaron sus condolencias lamentando la partida de un personaje que dejó huella en San Juan del Río, por su entrega como pastor de la iglesia católica, por su trabajo, su evangelización, y su manera de ser que hicieron se ganara el cariño, aprecio y respeto de los sanjuanenses.
En la última entrevista que tuvimos oportunidad de tener con él, a principios de marzo de este año, nos platicaba que llegó aquí “cuando San Juan era pequeño, tenía 20 mil habitantes, llegué en el año 1966, hace 54 años, soy muy antiguo aquí, ya soy bien mexicano…” nos decía, mostrándose orgulloso, y con el ánimo de continuar en su labor que actualmente realizaba para hacer realidad su sueño como era, la creación de la Casa Pastoral “Santa Faustina”, con la idea de que ésta fuese la sede de las 13 parroquias de San Juan del Río, y la Asociación “Señor de la Divina Misericordia”, y en apoyo a esa causa, en esas fechas el P. Pablo promovía una charreada que en su momento se llevó a cabo, que dio motivo a la citada entrevista y que nos permitió también conocer un poco más de él, “con raíces italianas, en la práctica soy mexicano, ahora anciano, todavía busco ayudar, es mi ciudad, ustedes son el ambiente donde me muevo, nos consolamos, nos ayudamos para vivir bien”, comentó.
En lo material, nos comentaba el P. Zurlo construyó tres templos, el de San José Obrero, al oriente de la ciudad “de acuerdo con el párroco y el Obispo” de aquellos entonces, “he podido hacer la bella gran iglesia en dos años”, después, se fue a Guadalajara, a su retorno “me tocó construir la iglesia del Barrio de la Concepción” que se logró en siete meses.
“Cuando me encargaron la zona del Rodeo tercera sección, había una capillita, ahí celebraba una vez al mes”, por encargo de los xaverianos, cumplía con esas celebraciones, entonces proyectó construir una capilla que dedicaría al Señor de la Divina Misericordia; se dedicó a leer “todo lo que pidió el Señor a todos nosotros para darnos su misericordia, que se promoviera su misericordia”, entonces, dijo, no bastaba una capilla, y a su capacidad proyectó un Templo que se construyó en tres años.
Era en esa obra donde estaba dedicando sus esfuerzos para lograr la Casa Pastoral y la Asociación Civil, con el fin, “de ayudar a las parroquias a unirse en más elevación en el conocimiento de la persona, lo apostólico, la evangelización es hacia la persona, conocer más quienes son y responder para que cada persona se entienda más a sí mismo y pueda responder mejor tanto en la familia, en la sociedad, en la iglesia ahora, para un futuro eterno… la sociedad está elevándose culturalmente, afortunadamente, nosotros como cristianos no podeos mantenernos en un estándar pasado, debemos ser actuales”.
Con el fiel compromiso de seguir ayudando, citó ese es nuestro deber, ver cómo alcanzar que –la Misericordia de Dios- llegue a más, a todo mundo con la voluntad de Dios; “la misericordia que el Padre Celestial nos da por Cristo muerto y resucitado y por el Espíritu Santo, es una maravilla”, decía con emoción, quien a su edad, buscaba continuar, en hacer realidad ese proyecto.