El Presbítero J. Luis Landaverde Sánchez, falleció a la edad de 97 años en la Ciudad de San Juan del Río siendo uno de los padres más queridos por la feligresía. Nació el 26 de junio de 1925, en el barrio de San Sebastián en la ciudad de Querétaro, sus padres fueron Ezequiel Landaverde Lugo y María Dolores Sánchez Rincón y fue el cuarto de 7 hijos.
Ingresó al Seminario Conciliar de Querétaro el 21 de diciembre de 1936, a la edad de 11 años, concluyendo sus estudios en 1947 a la edad de 22 años, lo que lo llevó a ser Seminarista Supernumerario.
Fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1949 en el Templo de San Antonio. Desde 1950 y hasta 1968 fue Director de la Escuela apostólica del Seminario, Prefecto y Vicerrector del Seminario Mayor, Capellán del Santuario de la Congregación, Secretario del Obispado, Ceremoniero de Catedral y maestro en el seminario.
En 1968 fue nombrado Vicario Espicopal de la Sierra Gorda de Querétaro para después llegar a San Juan del Río hasta 1981. Fue párroco de Santa María Amealco durante 10 años, de San Francisco de Asís, en Colón y de la Inmaculada Concepción de Hércules en Querétaro. El 29 de enero del año 2003, el Obispo Mario de Gasperín Gasperín lo nombró Rector del Templo de Santo Domingo en donde ejerció su ministerio sacerdotal hasta sus últimos días.
En una entrevista realizada a la Diócesis hace algunos años, ante la pregunta ¿Por qué vale la pena ser sacerdote hoy en día?, el padre comentó “porque es uno de los trabajos más queridos por Dios, es uno de los necesarios y más provechosos para las personas”.
Su cuerpo será velado hoy lunes en el Templo Parroquial de Santo Domingo y mañana martes 15 de noviembre se llevará a cabo la misa de exequias a la 1 de la tarde, y estará a cargo de Monseñor Fidencio López Plaza.