/ martes 19 de julio de 2022

#LoMásVisto2022 | Ernesto Coppel: "Es bueno promover la idea de ser empresario"

El empresario y ahora "tiburón" de Shark Tank habla de sus triunfos y fracasos, mientras celebra que en México se impulse más que antes a los emprendedores

Aunque su apellido dice mucho, hasta hace unos días el empresario Ernesto Coppel Kelly era un hombre conocido principalmente en el ámbito de los negocios, principalmente en las áreas de la hotelería y los desarrollos turísticos, que son su fuerte.

Sin embargo, desde hace unos días el hombre de negocios nacido en Mazatlán, Sinaloa, empezó a ser identificado entre un público mayor, debido a que fue presentado como uno de los nuevos “tiburones” de la séptima temporada del popular programa de emprendimientos “Shark Tank”, que se transmite por Sony Music.

Él se define como “Un pobre venadito que habita en la serranía; un humano más que vive en la península de Baja California Sur y que se dedica a la cuestión turística”, pero obviamente es mucho más que eso.

Te puede interesar: Village Capital, democratizando el emprendimiento

Nacido en el seno de una familia dedicada al turismo, creció rodeado de hoteles, viendo esta actividad como una importante fuente de ingresos, y ya entrados en confianza admite:

“Estudié administración de empresas porque era la carrera más fácil (ríe), que me perdonen los licenciados en administración de empresas, pero cuando llegué al Tec y yo era el más burro de Mazatlán, dije: ¡Yo no voy a estudiar ingeniería, me van a tronar como ejote!”.

“Mi papá no podía pagarme la escuela, así que no podía darme el lujo de reprobar… Saqué 7.5 de promedio, raspando el 8, pero nunca reprobé una materia, porque no me lo permití… Y ahí donde me ves de burro, saqué dos dieces, en Derecho Mercantil, y en cómputos”, agrega con una gran sonrisa en el rostro, mientras pide insistentemente a sus empleados que ya le traigan su licuado.

“Y entonces comencé a trabajar para otros -continúa-. Porque cuando vas a la universidad normalmente vas a aprender para trabajar para otros, cosa que ha cambiado, ya que ahora en escuelas como el Tec o la Ibero tienen programas emprendedores”.

Coppel ha ampliado cada vez más su campo de acción dentro del turismo, avanzando hacia ramas como el golf y los desarrollos residenciales, porque como él asegura, “quien tiene un hotel y no tiene un componente residencial vive en el error… ¡Si ya tienes a la gente, pues véndeles ¿no?”, remata.

Neto Coppel, como prefiere que le llamen, fue el creador de los icónicos resorts Pueblo Bonito, que ha abierto en ciudades como Mazatlán y Los Cabos, y que le han valido varios reconocimientos por su aporte a la economía y la generación de empleos, además de que que ha desempeñado cargos como la Presidencia de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos y del Consejo Nacional Empresarial Turístico, donde destaca que afrontó el reto de la crisis financiera global de 2008.

“Me han llamado visionario, pero yo nunca me he visto de esa manera, solamente he seguido adelante haciendo lo necesario, y cuando algo se concreta, siempre en el horizonte queda algo más por hacer”, dice el también filántropo y escritor, quien además ha fungido como embajador en pro del Turismo y el cuidado del medio ambiente.

Sobre este tema, le preguntamos cuál es su postura frente al cambio climático, tomando en cuenta que el sector turístico, si bien es uno de los motores de la economía, también es uno de los más contaminantes.

“Estamos viviendo un fenómeno. Cuando yo llegué a los Cabos en 1989, las vacas aún pastaban en la calle y estaba visitando la obra, pero no había agua y la llevaban en pipas, así que les dije: No puede ser, yo no quiero un hotel nuevo que tenga que llenar agua en pipas, y sin saber nada del tema les dije que buscaran una desaladora, así que movimos cielo, mar y terra para comprar e instalar la primera planta de este tipo en Baja California Sur, y le dimos agua al pueblo… Pero ahora tenemos 15 plantas desaladoras y producimos agua o sea que no consumimos una gota de agua dulce de los mantos freáticos de la barra sur, toda el agua que consumimos es agua desalada del mar”.

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“Y claro, ahí sí se gasta energía para desalar -continúa- así que comenzamos a tratar de abaratar nuestra energía eléctrica, porque con el crecimiento brutal que está teniendo el turismo acá, es insuficiente la capacidad de la CFE, así que buscamos alternativas y encontramos a New Fortress, que nos dijo: Yo te construyo una planta que te va a generar energía para todas tus necesidades a cambio de que nos compres el gas por un determinado número de años”, recuerda.

Sin embargo, los cambios en la legislación han retrasado la puesta en marcha de este plan, aunque Coppel dice que no pierde la esperanza de que eventualmente se pueda implementar.

“Así que estás hablando con alguien que no consume agua y que trata de no consumir energía de la red o estoy en ese proceso”, subraya el empresario, quien en 2004 creó la fundación Letty Coppel con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el desarrollo de las comunidades de Los Cabos y Mazatlán.

Su llegada a Shark Tank

El empresario es uno de los líderes empresariales que protagonizan la séptima temporada de este show televisivo, junto con Alejandro Litchi, Amaury Vergara Zatarin, Alejandra Ríos, Marisa Lazo, Braulio Arsuaga y Marcus Dantus.

Asegura que la invitación a ser parte del programa le llegó desde hace seis años, cuando se hizo la primera temporada, pero que en aquel tiempo sus compromisos de trabajo no le permitían involucrarse.

“Pero me volvieron a invitar ahora y como ya estamos en una situación distinta pues acepté con mucho gusto y con mucho orgullo, porque es un orgullo pertenecer a este equipo, en el que todos los tiburones son personas de primerísimo nivel, tanto en los negocios como en lo personal”.

Dice que el programa es algo positivo en cuanto a que promueve la idea de ser empresario, ayudando a aquellos que tienen un proyecto a dar el primer paso y entrar a engrosar las filas del emprendedurismo.

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“Porque lo que necesita el país son muchos empresarios nuevos y que los que estén prosperen, para que generen más empleo y para que haya más derrama económica, para que crezca la clase media y la capacidad de compra, ¿o de qué otra manera vamos a mejorar la calidad de vida del promedio de la gente, si no es con mejores sueldos y salarios”?, destaca.

“En México nos urgen empleos bien remunerados, y el programa es una plataforma muy buena para que los empresarios en potencia vean que sí se puede, y no te creas que sólo es un show, ¿eh? Porque cuando llegué pensaba que era puro rollo, y cuando ya me explicaron les dije: ¿Pero a poco es en serio, pues de cuánto va a ser? Y luego corrí a llamar a mi director general y le dije: ¡Necesito lana, porque resulta que es de verdad! No, hombre, ¡qué risa!, dice entre carcajadas.

Agrega que le sorprende gratamente que el programa sea visto por tantos jóvenes y que tenga suficiente eco en las redes sociales.

“Ese es el tipo de personas que van a ser empresarios en el futuro y que en lugar de estar jugando con el teléfono están viendo algo que tiene sentido”, añade.

En un país como México, ¿no es riesgoso difundir la idea de que tiene suficientes recursos económicos?

No, para nada… Todo está tranquilo. Son negocios y estamos hablando de cantidades de dinero razonables. Estamos muy orgullosos de invertir en nuestro país y de ayudar a los emprendedores a mejorar su posición, y lo hacemos con mucho ánimo y mucho optimismo.

¿Qué es lo más difícil de hacer negocios?

Conseguir el capital, por supuesto… ¡Por eso van por nosotros!

¿Cuál ha sido el mejor negocio de su vida?

Pueblo Bonito Rose, porque en ningún otro lado he sacado lo que ese me dejó. Eso me permitió tener un buen ingreso y ampliarme en los Cabos y en Mazatlán hacia propiedades que de otro modo no hubiera podido comprar.

¿Y cuál ha sido el peor?

Troné con tres restaurantes, aquí en los Cabos porque me adelanté a mi tiempo. Puse uno mexicano, bonito, con comida tex mex, pero tenía un socio que viajaba mucho y tuvimos que cerrarlo. Al mismo tiempo tuve un restaurante francés, con un chef francés y comida muy rica, pero también tronó porque me adelanté… ¡No se paraban ni las moscas! Y también tuve un restaurante en la playa, que estaba a un lado de uno que siempre estaba lleno, pero el mío siempre estaba vacío (ríe nuevamente).

Sin embargo, son más los negocios que sí le han funcionado. En 2014 inauguró el exclusivo desarrollo Quivira Los Cabos, que con sus 728 hectáreas se extiende por más de cinco kilómetros de playas en lo alto de la Península de Baja California Sur, con los fraccionamientos privados Montecristo, las residencias personalizadas Novaispania y los condominios de tiempo completo Copala, además de las residencias tipo hacienda mexicana Coronado, y sus proyectos más recientes Mavila y Alvar.

Por si esto fuera poco, en 2021 abrió las puertas de Oystera en Todos Santos, que es un bar de ostras acompañado de mixología, además de que para finales del 2022 abrirá las puertas del Acuario en Mazatlán y para 2023 contempla expandirse hacia San Miguel de Allende, Guanajuato, donde abrirá Pueblo Bonito Vantage.

También escribe y hasta canta

Ernesto Coppel es autor de cinco libros: El Camino a la Tierra Prometida, que narra la odisea de sus antepasados al trasladarse de Polonia e Irlanda hacia “la tierra prometida” de Mazatlán; La Cocina y el Arte de Pueblo Bonito, con fotografías de las originales piezas de arte que realzan la belleza de sus hoteles; La Creación de Pueblo Bonito, que es la historia de cómo su fundador dejó atrás la pobreza y la desesperación para crear un emporio de más de mil millones de dólares; el libro de dicho y anécdotas Por sus dichos lo conoceréis y Casa 46, con recetas de los mejores platillos de Mazatlán.

“Me gusta mucho leer de historia y saber de la conducta humana, también me mantengo en forma haciendo mis pesitas y mi cardio, así que entre leer, atender nietos y lo que me preguntan mis ejecutivos se me va el resto del día”, confiesa cuando le preguntamos sobre lo que hace en sus ratos libres.

Y además le gusta cantar.

Ah bueno, también… Pero no lo hago todo el día, sólo cuando hago ejercicio, me gusta cantar haciendo ejercicio. Como los que cantan en la regadera, pero yo lo hago mientras me ejercito, ahí saco todo gritando, a toda madre”, puntualiza.

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Aunque su apellido dice mucho, hasta hace unos días el empresario Ernesto Coppel Kelly era un hombre conocido principalmente en el ámbito de los negocios, principalmente en las áreas de la hotelería y los desarrollos turísticos, que son su fuerte.

Sin embargo, desde hace unos días el hombre de negocios nacido en Mazatlán, Sinaloa, empezó a ser identificado entre un público mayor, debido a que fue presentado como uno de los nuevos “tiburones” de la séptima temporada del popular programa de emprendimientos “Shark Tank”, que se transmite por Sony Music.

Él se define como “Un pobre venadito que habita en la serranía; un humano más que vive en la península de Baja California Sur y que se dedica a la cuestión turística”, pero obviamente es mucho más que eso.

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Nacido en el seno de una familia dedicada al turismo, creció rodeado de hoteles, viendo esta actividad como una importante fuente de ingresos, y ya entrados en confianza admite:

“Estudié administración de empresas porque era la carrera más fácil (ríe), que me perdonen los licenciados en administración de empresas, pero cuando llegué al Tec y yo era el más burro de Mazatlán, dije: ¡Yo no voy a estudiar ingeniería, me van a tronar como ejote!”.

“Mi papá no podía pagarme la escuela, así que no podía darme el lujo de reprobar… Saqué 7.5 de promedio, raspando el 8, pero nunca reprobé una materia, porque no me lo permití… Y ahí donde me ves de burro, saqué dos dieces, en Derecho Mercantil, y en cómputos”, agrega con una gran sonrisa en el rostro, mientras pide insistentemente a sus empleados que ya le traigan su licuado.

“Y entonces comencé a trabajar para otros -continúa-. Porque cuando vas a la universidad normalmente vas a aprender para trabajar para otros, cosa que ha cambiado, ya que ahora en escuelas como el Tec o la Ibero tienen programas emprendedores”.

Coppel ha ampliado cada vez más su campo de acción dentro del turismo, avanzando hacia ramas como el golf y los desarrollos residenciales, porque como él asegura, “quien tiene un hotel y no tiene un componente residencial vive en el error… ¡Si ya tienes a la gente, pues véndeles ¿no?”, remata.

Neto Coppel, como prefiere que le llamen, fue el creador de los icónicos resorts Pueblo Bonito, que ha abierto en ciudades como Mazatlán y Los Cabos, y que le han valido varios reconocimientos por su aporte a la economía y la generación de empleos, además de que que ha desempeñado cargos como la Presidencia de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos y del Consejo Nacional Empresarial Turístico, donde destaca que afrontó el reto de la crisis financiera global de 2008.

“Me han llamado visionario, pero yo nunca me he visto de esa manera, solamente he seguido adelante haciendo lo necesario, y cuando algo se concreta, siempre en el horizonte queda algo más por hacer”, dice el también filántropo y escritor, quien además ha fungido como embajador en pro del Turismo y el cuidado del medio ambiente.

Sobre este tema, le preguntamos cuál es su postura frente al cambio climático, tomando en cuenta que el sector turístico, si bien es uno de los motores de la economía, también es uno de los más contaminantes.

“Estamos viviendo un fenómeno. Cuando yo llegué a los Cabos en 1989, las vacas aún pastaban en la calle y estaba visitando la obra, pero no había agua y la llevaban en pipas, así que les dije: No puede ser, yo no quiero un hotel nuevo que tenga que llenar agua en pipas, y sin saber nada del tema les dije que buscaran una desaladora, así que movimos cielo, mar y terra para comprar e instalar la primera planta de este tipo en Baja California Sur, y le dimos agua al pueblo… Pero ahora tenemos 15 plantas desaladoras y producimos agua o sea que no consumimos una gota de agua dulce de los mantos freáticos de la barra sur, toda el agua que consumimos es agua desalada del mar”.

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“Y claro, ahí sí se gasta energía para desalar -continúa- así que comenzamos a tratar de abaratar nuestra energía eléctrica, porque con el crecimiento brutal que está teniendo el turismo acá, es insuficiente la capacidad de la CFE, así que buscamos alternativas y encontramos a New Fortress, que nos dijo: Yo te construyo una planta que te va a generar energía para todas tus necesidades a cambio de que nos compres el gas por un determinado número de años”, recuerda.

Sin embargo, los cambios en la legislación han retrasado la puesta en marcha de este plan, aunque Coppel dice que no pierde la esperanza de que eventualmente se pueda implementar.

“Así que estás hablando con alguien que no consume agua y que trata de no consumir energía de la red o estoy en ese proceso”, subraya el empresario, quien en 2004 creó la fundación Letty Coppel con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el desarrollo de las comunidades de Los Cabos y Mazatlán.

Su llegada a Shark Tank

El empresario es uno de los líderes empresariales que protagonizan la séptima temporada de este show televisivo, junto con Alejandro Litchi, Amaury Vergara Zatarin, Alejandra Ríos, Marisa Lazo, Braulio Arsuaga y Marcus Dantus.

Asegura que la invitación a ser parte del programa le llegó desde hace seis años, cuando se hizo la primera temporada, pero que en aquel tiempo sus compromisos de trabajo no le permitían involucrarse.

“Pero me volvieron a invitar ahora y como ya estamos en una situación distinta pues acepté con mucho gusto y con mucho orgullo, porque es un orgullo pertenecer a este equipo, en el que todos los tiburones son personas de primerísimo nivel, tanto en los negocios como en lo personal”.

Dice que el programa es algo positivo en cuanto a que promueve la idea de ser empresario, ayudando a aquellos que tienen un proyecto a dar el primer paso y entrar a engrosar las filas del emprendedurismo.

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“Porque lo que necesita el país son muchos empresarios nuevos y que los que estén prosperen, para que generen más empleo y para que haya más derrama económica, para que crezca la clase media y la capacidad de compra, ¿o de qué otra manera vamos a mejorar la calidad de vida del promedio de la gente, si no es con mejores sueldos y salarios”?, destaca.

“En México nos urgen empleos bien remunerados, y el programa es una plataforma muy buena para que los empresarios en potencia vean que sí se puede, y no te creas que sólo es un show, ¿eh? Porque cuando llegué pensaba que era puro rollo, y cuando ya me explicaron les dije: ¿Pero a poco es en serio, pues de cuánto va a ser? Y luego corrí a llamar a mi director general y le dije: ¡Necesito lana, porque resulta que es de verdad! No, hombre, ¡qué risa!, dice entre carcajadas.

Agrega que le sorprende gratamente que el programa sea visto por tantos jóvenes y que tenga suficiente eco en las redes sociales.

“Ese es el tipo de personas que van a ser empresarios en el futuro y que en lugar de estar jugando con el teléfono están viendo algo que tiene sentido”, añade.

En un país como México, ¿no es riesgoso difundir la idea de que tiene suficientes recursos económicos?

No, para nada… Todo está tranquilo. Son negocios y estamos hablando de cantidades de dinero razonables. Estamos muy orgullosos de invertir en nuestro país y de ayudar a los emprendedores a mejorar su posición, y lo hacemos con mucho ánimo y mucho optimismo.

¿Qué es lo más difícil de hacer negocios?

Conseguir el capital, por supuesto… ¡Por eso van por nosotros!

¿Cuál ha sido el mejor negocio de su vida?

Pueblo Bonito Rose, porque en ningún otro lado he sacado lo que ese me dejó. Eso me permitió tener un buen ingreso y ampliarme en los Cabos y en Mazatlán hacia propiedades que de otro modo no hubiera podido comprar.

¿Y cuál ha sido el peor?

Troné con tres restaurantes, aquí en los Cabos porque me adelanté a mi tiempo. Puse uno mexicano, bonito, con comida tex mex, pero tenía un socio que viajaba mucho y tuvimos que cerrarlo. Al mismo tiempo tuve un restaurante francés, con un chef francés y comida muy rica, pero también tronó porque me adelanté… ¡No se paraban ni las moscas! Y también tuve un restaurante en la playa, que estaba a un lado de uno que siempre estaba lleno, pero el mío siempre estaba vacío (ríe nuevamente).

Sin embargo, son más los negocios que sí le han funcionado. En 2014 inauguró el exclusivo desarrollo Quivira Los Cabos, que con sus 728 hectáreas se extiende por más de cinco kilómetros de playas en lo alto de la Península de Baja California Sur, con los fraccionamientos privados Montecristo, las residencias personalizadas Novaispania y los condominios de tiempo completo Copala, además de las residencias tipo hacienda mexicana Coronado, y sus proyectos más recientes Mavila y Alvar.

Por si esto fuera poco, en 2021 abrió las puertas de Oystera en Todos Santos, que es un bar de ostras acompañado de mixología, además de que para finales del 2022 abrirá las puertas del Acuario en Mazatlán y para 2023 contempla expandirse hacia San Miguel de Allende, Guanajuato, donde abrirá Pueblo Bonito Vantage.

También escribe y hasta canta

Ernesto Coppel es autor de cinco libros: El Camino a la Tierra Prometida, que narra la odisea de sus antepasados al trasladarse de Polonia e Irlanda hacia “la tierra prometida” de Mazatlán; La Cocina y el Arte de Pueblo Bonito, con fotografías de las originales piezas de arte que realzan la belleza de sus hoteles; La Creación de Pueblo Bonito, que es la historia de cómo su fundador dejó atrás la pobreza y la desesperación para crear un emporio de más de mil millones de dólares; el libro de dicho y anécdotas Por sus dichos lo conoceréis y Casa 46, con recetas de los mejores platillos de Mazatlán.

“Me gusta mucho leer de historia y saber de la conducta humana, también me mantengo en forma haciendo mis pesitas y mi cardio, así que entre leer, atender nietos y lo que me preguntan mis ejecutivos se me va el resto del día”, confiesa cuando le preguntamos sobre lo que hace en sus ratos libres.

Y además le gusta cantar.

Ah bueno, también… Pero no lo hago todo el día, sólo cuando hago ejercicio, me gusta cantar haciendo ejercicio. Como los que cantan en la regadera, pero yo lo hago mientras me ejercito, ahí saco todo gritando, a toda madre”, puntualiza.

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