En esta ocasión los participantes conocieron datos históricos sobre el lugar, además de las historias sobre importantes hechos ahí ocurridos como fue, las honras fúnebres a los héroes de la Independencia de México, en el año 1823, cuando eran trasladados a la ciudad de México.
Además la comida que en agosto de 1864, ofreció en el patio del entonces convento, Maximiliano de Habsburgo a la guardia francesa acuartelada en San Juan, en ocasión al onomástico del emperador francés Napoleón III.
Y el nombramiento como patrona y protectora de San Juan del Río, que se le otorgó a la emperatriz Carlota, entre otras historias que contó Neftalí Sáenz, cronista de la ciudad.