Las autoridades eclesiásticas de Querétaro, consideran que después de la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en el centro histórico de San Juan del Río, es el segundo bastión más importante en el país.
Esta semana se celebró la fecha más importante para los guadalupanos, que es el 12 de diciembre, y algunas familias sanjuanenses han sido testigo de la obra de la virgen, como María de la Paz Villalba, quien con su familia, participaba cada año hasta la pandemia. Esta semana retomaron la tradición como agradecimiento a María, por haber logrado que su hijo José Luis, saliera bien de la operación grave de apéndice que tuvo este año.
Mayra Negrete y su hija Mayte, visitaron también el templo. Con poco más de un año de edad, Mayte iba vestida con el tradicional poncho que se usa como referencia a Juan Diego. El año pasado también participó con tan solo 3 meses de edad.
Personas afectas a la tradición, se presentaron en la misa que ofreció el obispo de la diócesis de Querétaro, para mostrar su devoción. Algunos llevaron imágenes de la virgen que fueron bendecidas por el Fidencio López Plaza, y otros ofrecieron sus bailes tradicionales, como el Barrio de San Isidro y el Barrio de la Cruz.
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Todos los creyentes que asistieron a la misa, fueron bendecidos con agua bendita, que fue rociada en la entrada del santuario. La celebración más importante esta semana, fue la peregrinación de los farolitos, el evento por excelencia que ha sido declarado como patrimonio inmaterial cultural del municipio, y que se celebra en el santuario guadalupano, que desde el año pasado se considera por orden del papa Francisco, como puerta santa.