Con una importante trayectoria que merece el aplauso y reconocimiento, el maestro Enrique Gaspar Osorio ha sido titular del taller de danza folklórica en la institución pública donde ha inculcado el aprecio por nuestras costumbres dancísticas a varias generaciones de niños, jóvenes y adultos, entre quienes han logrado sobresalir a nivel local, estatal y nacional.
“Para mí es una satisfacción muy especial, ya que por tradición familiar, estamos en contacto muy arraigado con nuestro folklór nacional, ver que muchos alumnos de todas las edades han estado con nosotros en los diferentes grupos y niveles, por eso, no he dejado de pensar que cuando me retire, habré cumplido un sueño: dejar buenos cimientos a esas generaciones que tuvimos oportunidad de conocer”, comentó el maestro Enrique.
Ha tenido la fortuna de ver pasar entre sus filas a bailarines que se han convertido en profesionales, que han destacado en prestigiados ballets como en el de Amalia Hernández, en el Folklórico de Colima, en el de la Universidad de Veracruz, así como en espectáculos, por decir uno, el de Xcaret en Quintana Roo, además de campeones en los diversos concursos de huapango que se llevan a cabo en la república mexicana, principalmente en el de San Joaquín, Qro., la catedral del huapango, así como a quienes se han convertido en profesores, instructores y coreógrafos.
Con licenciatura de Telesecundaria por el Centro de Estudios Superiores de Comunicación Educativa de Tlaxcala y maestría en Ciencias de la Educación por el Instituto Pedagógico de Estudios de Posgrado de Celaya, Gto., el maestro Enrique ha cursado también estudios de educación artística, en general, de la danza folklórica mexicana en varios talleres, cursos y diplomados en instituciones como el INBA y en la Escuela Nacional de Danza, por citar algunos.
Durante su trayectoria ha recibido varios reconocimientos por diferentes instituciones en diferentes estados de la república, ostenta el tercer lugar en el concurso de huapango en San Joaquín, bailando estilo queretano, en 1991 con Mirna López Rivera, su esposa; y por parte del municipio sanjuanense en el 2017 recibió reconocimiento en Cabildo, por su trayectoria.