De limón, grosella, diablito, tamarindo, fresa, mango y chamoyadas, son los raspados que ofrece el señor Filiberto Alcántara desde hace más de 23 años en el municipio de San Juan del Río, quien relató que esta actividad le sirve para ayudar a llevar el sustento a su familia.
Y es que comentó que su labor la ejerció principalmente para acudir a las afueras de las escuelas de nivel básico de la zona centro de la ciudad, y que los estudiantes se pudieran refrescar con esta bebida que en la actualidad se ve poco, pero que todavía existe entre el gusto de la gente.
Señaló que algunas de las personas cambiaron los raspados, por los conocidos bolis y que, un tanto se vieron reemplazados algunos de los que se dedicaban a este oficio e incluso muchos se fueron a comercializar estas bolsitas de hielo para tener un salario garantizado y diario.
"Pues en realidad yo solo he visto como que otros dos compañeros más se dedican a esto y andan luego por el jardín Independencia, sí deja, pero es muy cansado el trabajo por tener que andar recorriendo y pedaleando la ciudad, no se diga ahorita que el calor está bravo".
Me comentó que actualmente pedalea en su carrito en el cual carga un bloque de hielo por escuelas como la “Revolución de 1910”, el preescolar “Esperanza Cabrera”, la secundaria “Antonio Caso” y “Jesús Reyes Heroles”, sitios en los cuales argumentó que, ya tiene sus clientes.
Sostuvo que en ocasiones esta actividad está considerada como artesanal por el esfuerzo que implica estar raspando los bloques de hielo y desde luego, el hecho de estar vendiendo bajo el intenso calor, tal y como se ha sentido en estos últimos días en el municipio de San Juan del Río
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