Daira Valentina recibió la Eucaristía

De esta manera la nueva comulgante cumplió con el cuarto sacramento que manda la iglesia católica

Laura Olguín | El Sol de San Juan del Río

  · viernes 14 de agosto de 2020

Foto: Cortesía | O. Guerrero

Durante una de las solemnes ceremonias religiosas que se han celebrado por parte de la Parroquia de San Juan Bautista en nuestra ciudad, para impartir el sacramento de la Eucaristía a niños y niñas integrantes de familias católicas, Daira Valentina Guerrero Rivera fue una de las integrantes de los diferentes grupos de infantes que celebraron su Primera Comunión.

Cumpliendo con las medidas que las autoridades han emitido ante la contingencia actual, Daira Valentina acudió al sacro recinto usando cubre bocas, ataviada con una túnica en color blanco que complementó con una tiara de florecillas que adornaron su peinado, se acercarse al altar para recibir por vez primera el Cuerpo y la Sangre de Cristo a través de la hostia y vino consagrados.

Foto: Luis Luévanos | El Sol de San Juan del Río

En esta ocasión, la nueva comulgante estuvo acompañada solamente de sus padres: Karla Rivera Yáñez y Francisco Omar Guerrero Ruiz, así como de Lorena Miranda Trejo e Israel Guerrero Ruiz, a quienes eligieron para apadrinarla al cumplir con este sacramento.

Juntos escucharon atentos la ceremonia religiosa en la que el sacerdote oficiante dedicó especial mensaje, haciendo referencia a la importancia del sacramento de la comunión en la vida cristiana, así como el compromiso de la nueva comulgante como también de papás y padrinos, quienes deberán guiarla en el camino de la fe, y conminarla a recibir de manera frecuente la sagrada Eucaristía.

Emotivo momento para Daira Valentina fue cuando ante el altar recibió la comunión, especial acontecimiento por el que hizo oración especial en agradecimiento a Dios Nuestro Señor por permitirle recibir el pan y vino consagrados.

Por la situación actual el festejo quedó pendiente, pero no faltó pequeña reunión que ofreció su familia y que disfrutó con sus más allegados, luego de la celebración religiosa, para no pasar inadvertido tan especial acontecimiento.