El éxito de una vida en pareja, se empieza a construir a partir del tiempo, atención y conocimiento que me doy a mí misma, porque esto me permite elegir desde mis fortalezas y capacidades y no desde mis heridas y carencias afectivas, expuso la Lic. Valencia García durante la conferencia.
Entre los aspectos que también citó, recordó que vivimos en una cultura donde se promueve y se exalta la codependencia; que tenemos falsas y terribles creencias sobre el amor; que la meta más elevada del ser humano es el amor, pero que es el apego lo que más lo frustra.
“Toda relación tóxica se convierte en una relación disfuncional y de ahí en una relación destructiva; las relaciones destructivas de pareja es una enfermedad crónica, degenerativa y muchas veces mortal, sigue el mismo esquema que la enfermedad del alcoholismo”.
Es importante saber, dijo, que el amor no es un sentimiento, es una decisión, es una construcción “Erich Froom lo dice, y afirma que el amor debe tener cuatro dimensiones: conocimiento, cuidado, respeto y responsabilidad”.
Lo que lleva a una persona a elegir relaciones tóxicas, comentó, es desde su historia de vida, sus carencias afectivas, heridas emocionales que se gestan desde la infancia dentro de las familias disfuncionales, “y casi todos procedemos de familias disfuncionales; tienen tres premisas: no pensar, no sentir y no confiar”. Una relación tóxica se puede sanar cuando las personas toman conciencia y se responsabilizan.