Si en los últimos días compraste una olla de barro o estás pensando en hacerlo para cocinar un delicioso guisado, lo primero que debes hacer antes de utilizarla es curarla, en otras palabras, sellar los poros del barro para evitar que los alimentos tengan sabor a arcilla.
Existen varias técnicas para curar una olla de barro, una de ellas es remojarla en agua fría y limpia durante aproximadamente 12 horas hasta que se seque para después frotarla con un diente de ajo pelado, llenarla de agua y dejarla hervir entre cinco y 10 minuto, por último solo hay que lavar la olla. Se dice que el ajo tapará los poros del barro y ayudará a que no haya filtración alguna; además es bactericida y ayudará a que las partes no esmaltadas se endurezcan.
Otra técnica consiste en colocar una mezcla hecha de agua y cal sobre la superficie de la olla de barro, dejar que la mezcla se seque al aire libre y, por último, lavarla.
Fuente: gourmetdemexico. com