A poco mas de 75 años de su creación y con cuatro generaciones de mujeres sanjuanenses dedicadas a servir y satisfacer el paladar de sus comensales, la Cenaduría Doña Mary se ha mantenido entre las favoritas en la región, para compartir una rica cena en familia.
De la historia de este emblemático lugar, María del Carmen Romero Chávez, Miguel Ángel Romero Chávez y Javier Ríos Pérez, recordaron que la iniciadora de este negocio fue Doña Cleofas, a mediados de 1946, quién vendía taquitos dorados a un costado de la antigua central camionera de San Juan del Río, cuando aún se encontraba en los portales de avenida Juárez.
Recordaron que el paso de algunos años, dos de sus nueras continuaron con este negocio, siendo doña María, quien da continuidad y se instala formalmente en la calle Reforma del centro de la ciudad en ese momento, debido a la popularidad del lugar, por la calidez y buen servicio de su propietaria, deciden modificar el nombre a Cenaduría Doña Mary; posteriormente a causa de la edad y algunas enfermedades, dejó el negocio en manos de su hija, María del Carmen Chávez, quién al paso del tiempo muda nuevamente la cenaduría a la esquina de Dos de Abril y Fernando de Tapia, conservando el nombre.
Hoy a 75 años de haber sido fundada, Cenaduría Doña Mary está en manos de la bisnieta de Doña Cleofas, María Magdalena Romero, quien nuevamente mudó el negocio a dónde hoy se encuentra, que es en la calle Dos de Abril #10, sitio donde las familias sanjuanenses continúan arribando para cenar y en donde muchos de sus comensales son clientes frecuentes desde que eran pequeños y que hoy acuden con sus hijos e incluso nietos.
María del Carmen Romero comentó que Cenaduría Doña Mary se ha mantenido durante muchos años en el gusto de los comensales, porque siempre han privilegiado el trato amable con la gente y el conservar la calidad de los productos que venden, pues afirmó que son la muestra de aprecio a las personas, lo cual ha sido uno de sus distintivos a lo largo de los años.
Además señaló que sin duda alguna, Cenaduría Doña Mary, se ha mantenido fiel a los procesos que les fueron enseñados por su bisabuela, por su abuela y por su madre y que de la misma manera, han transmitido a sus hijos, por lo que no descartan la posibilidad de que una quinta generación, pueda continuar con este negocio icónico para San Juan del Río.
“Muchas historias tenemos en este lugar, historias como el poder atender a niños que venían con sus padres, que se convirtieron en jóvenes y venían entre amigos, posteriormente vinieron con sus novias y hoy como pareja de casados llegan con sus hijos; los hemos visto crecer, los hemos visto madurar y eso es algo que alimenta este negocio, esas historias de los sanjuanenses a los que nosotros servimos con mucho gusto y quiero decirles que así como hemos atendido a gente importante del mundo de la política, de los deportes o del espectáculo, también hemos atendido a gente muy humilde y todos aquí son tratados por igual”, concluyó.