Entre los murales que se aprecian en el Parque de los Abuelos, por la ribera del río San Juan, se encuentra el que Pedro Galván Avendaño dejó plasmado con el título “Añoranza” a través del cual invita a la reflexión sobre el recuerdo de los juegos como el trompo y el balero con los que se entretenían los niños de generaciones pasadas, y los que, menciona “están por desaparecer quedando como una tradición”.