Daniel fue víctima por algún tiempo de violencia emocional dentro del mundo de la danza, disciplina que practica desde niño. Recibía comentarios ofensivos, algunos de sus colegas lo discriminaban por el estilo de baile que realizaba y en una ocasión fue criticado por su aspecto físico. Cuenta que, aunque los dichos lo desanimaban, su pasión por el arte no desistía.
Daniel Olguín Márquez es originario de San Juan del Río y pertenece a la Compañía de Danza Folklórica Mecehualtin Mitotiani. Señala que uno de los estilos en los que se especializa es el Huapango Huasteco. Esto mismo le ha traído consigo una cascada de comentarios negativos, pues muchas personas critican que practique este baile, fundando sus argumentos en que no debería hacerlo, ya que no es nacido en San Luis Potosí.
Esa misma violencia se trasladó al mundo de las redes sociales, donde personas detrás de una pantalla escribían dichos hirientes hacia él y su hermana Nayeli, quien es su pareja de baile. Dice que aunque trataban de no prestar atención en ello, el daño estaba ahí. Esa maraña le hacía perder la estabilidad emocional para las competencias.
Fue entonces cuando decidió buscar ayuda psicológica. Fue entonces cuando cayó en cuenta de que estaba siendo violentado dentro del arte que ama.
“Hubo mucha violencia emocional en redes sociales. Muchos comentarios de ‘ustedes no son buenos’. Muchos comentarios ofensivos, a los que nunca contestamos, como personas adultas. Pero sí nos dañaron emocionalmente. Nuestra estabilidad emocional siempre la fracturaron por el hecho de discriminarnos por no ser de San Luis Potosí. Es algo que trabajamos con psicólogos y, sobre todo, lo trabajamos demostrando quiénes somos en la tarima”, comenta.
Menciona que toda esa violencia la eclipsa cuando se sube a la tarima y demuestra su talento. Talento que le ha valido ganar más de 60 campeonatos, entre ellos el Campeón de Campeones en San Joaquín, logró que alcanzó junto a su hermana Nayeli y que les valió ser acreedores de la estatuilla “Luna de Fuego”, máximo reconocimiento para los huapangueros.
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Daniel Olguín Márquez también es uno de los protagonistas del documental “Experiencias vivas. La violencia en el arte y la educación”, dirigido por Dariana Navarrete López, y en el cual se retratan las múltiples violencias de las que son víctimas los artistas locales. Destacó que participar en esta pieza le permitió hacer una introspección sobre sus vivencias.
“Pude reflexionar de todo lo había detrás de una persona que muchas veces no expresa sus sentimientos (…). Creo que es una forma muy buena de compartir con las nuevas generaciones el que hablen siempre, que nunca se queden callados, que siempre va a haber alguien que los escuche y una manera de expresar el cómo se sienten”, subraya.
