El atentado contra Donald Trump alivia temporalmente las presiones sobre la candidatura de Joe Biden. El cambio de agenda informativa, la respuesta presidencial y las apelaciones a la unidad juegan a su favor.
Desde el principio, cuando aún no estaba claro lo ocurrido, toda la atención mediática se puso en esos sonidos que parecían un atentado con disparos, como luego se confirmó, y en cómo el servicio secreto evacuó al expresidente con algo de sangre en la cara.
El presidente tuvo tres comparecencias en 24 horas con diferentes formatos, la primera, el sábado en su casa, y las otras dos, el domingo en la Casa Blanca. La última fue un discurso en horario de máxima audiencia, el formato elegido por los presidentes para momentos de especial gravedad.
Y Trump el lunes por la noche en la convención Republicana, donde ya se le vio fuertemente custodiado ahora sí por el cuestionado Servicio Secreto y donde eligió al senador por Ohio J. D. Vance como candidato a vicepresidente, apuesta por la lealtad personal tras apurar la elección hasta la convención de Milwaukee
Aunado a todo esto, en los centros de apuestas en Estados Unidos, la ventaja del ex Presidente Trump se incrementa sobre el presidente Biden.
La OTAN trata de blindarse frente al inminente regreso de Trump a la presidencia de los Estados Unidos.
Los aliados han acelerado las medidas de protección a Ucrania y de impulso a la industria europea de defensa en la cumbre celebrada esta semana en Washington.
Aún falta que en el mes de agosto se lleve a cabo la convención Demócrata, donde hasta antes del sábado, diversos analistas decían que podrían existir la posibilidad de que cambiaran de candidato, pero ahora con el nuevo escenario la pregunta es quién quisiera ser el candidato demócrata en lugar de Biden con la ventaja que ya tomó Trump. Y esto a tres meses de las elecciones, el próximo martes 5 de noviembre.