/ jueves 3 de octubre de 2024

El toque femenino / Presidenta con "a" al final


El pasado 1 de octubre vivimos un hecho sin precedentes en nuestro país en los últimos 200 años, después de que se estableció el régimen republicano en la constitución de 1824, pues por fin las mujeres logramos romper el techo de cristal, (esa estructura imaginaria que nos ha impedido acceder a lugares de toma de decisiones), al elegir a la primera mujer presidenta, más allá de filias y fobias, más allá de si pertenecemos a los millones de mexicanos que no votaron por la actual presidenta, México marca un hito en la historia pues aún antes del 2 de junio ya se había perfilado como un país listo para dar lugar al tiempo de las mujeres, abriendo sus puertas a la paridad y equidad de género, pues las cartas fuertes de la elección fueron dos candidatas.

Después de un periodo presidencial Sui generis de 5 años 10 meses, rindió protesta una mujer que además también es la primera en asumir el mando de una nación en America del norte.

Como parte del acto protocolario de la ceremonia de juramentación y después de la transmisión de la investidura presidencial, escuchamos también el primer discurso ya como Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, quien además de anunciar que continuarán los programas sociales así como avances y planes que se tienen proyectados durante su gobierno en áreas como, salud, infraestructura, educación, seguridad, medio ambiente y política exterior, envío un mensaje contundente dirigido al sexo femenino, en el que refiere: “por primera vez llegamos las mujeres a conducir los rumbos de nuestra hermosa nación y digo llegamos porque no llegó sola, llegamos todas”.

Hizo hincapié en la manera en la que nos ha sido contada la historia, siempre a partir de hechos y hazañas realizadas por hombres, minimizando y excluyendo a las mujeres, mismas que desde todos los tiempos han luchado desde su trinchera y precisó que con esas lineas hacía visibles a partir de su llegada a la silla presidencial, a esas mujeres que lucharon por sus sueños y los lograron, a las que no los lograron, a las que tuvieron que callar sus voces y después gritar en privado y a todas las heroínas anónimas.

También pidió de manera respetuosa que a partir de ese momento se le nombrara presidenta con A al final, así como a cada mujer, ingeniera, médica, soldada, arquitecta, porque dijo al cerrar la idea: “solo lo que se nombra existe”.

Sin duda fueron palabras poderosas que nos hacen pensar que será una aliada para las mujeres, si, para las maestras, si, para las profesionistas, si, para las trabajadoras del hogar pero sobre todo ojalá que sea aliada de cada mujer abusada, de cada madre buscadora, de cada mujer golpeada, de cada mujer humillada, todas tienen la a al final y el dolor y la frustración de principio a fin.

Le toca a nuestra señora presidenta, terminar con 6 años de división, de invisibilización de las mujeres, de bardas muy altas cercando el paso de cada mujer que tuvo algo que decir y no fue escuchada, le toca cumplir con lo que esperamos todas y todos los mexicanos, un gobierno sin exclusiones, un gobierno que una y deje de dividir por que hereda entre otras cosas una tremenda polarización que desde mi punto de vista y a partir del saludo que le brindó a la ministra Norma Piña a su llegada al recinto de San Lázaro nos deja ver que al menos no continua la rencilla hacia una de las mujeres más atacadas e ignoradas por el gobierno anterior. Ojalá sea una buena señal y ojalá podamos unir fuerzas, trabajo y exigencia todos los mexicanos para que esta hermosa tierra florezca guiada por sus manos, que se rodee de los mejores y que tal como lo juró en la ceremonia del martes pasado, cumplirá y hará cumplir la Constitución y si no fuera así que el pueblo se lo demande.

Estoy cierta que todos lo mexicanos estamos dispuestos a sumar para que a Claudia Sheimbaun le vaya bien, para que su gobierno sea un ejemplo para otros países y un impulso para otras mujeres porque si le va bien a México, nos va bien a todos y eso nos conviene a cada uno de los mexicanos, así que:

¡Bienvenida Presidenta con "a", al final!.