Después de tanta fiesta, luces, brindis, abrazos, alegría y hermandad, llega el momento de volver a la realidad, una realidad que no para todos es la más deseada ni la más feliz, pero según un estudio realizado por un profesor de psicología de la universidad de Cardiff , en Gales, llamado Cliff Arnall donde asegura que de acuerdo a una fórmula matemática y tomando en cuenta factores como el clima, el nivel de endeudamiento por los regalos y compras navideñas, el salario, y el tiempo transcurrido desde la cena de navidad, etc, pudo determinar cuál es el día más triste del año y así llegamos al resultado que indica que el tercer lunes de cada año es el Blue Monday o Lunes Azul, tomando en cuenta que el azul o blue es un color que se asocia con la melancolía y la tristeza.
Si profundizamos un poco, podemos comenzar hablando sobre la felicidad, ¿Qué es? ¿En qué consiste? y ¿A qué está asociada?, en lo personal pienso que a menudo asociamos la felicidad con la alegría, con estar contento, pero eso no es constante incluso en un mismo día podríamos pasar de la alegría al enojo o a la frustración con un simple evento que nos saca de nuestro estado de éxtasis, puede ser algo realmente insignificante que le dé vuelta por completo a nuestro estado de ánimo; el que un automovilista se nos atraviese, olvidar la llaves,tropezar y caer, un mal trato por parte de un dependiente en un establecimiento, alguna omisión o desacuerdo con nuestra pareja, o una llamada de atención de nuestro jefe, por lo tanto esa alegría es relativamente frágil, y no tiene nada que ver con la felicidad.
He conocido personas que tienen todo lo que algunos pensamos que es necesario materialmente para ser felices, acceso a lujos, viajes, joyas, ropa, los mejores automóviles, casas, un excelente trabajo, reconocimiento, etc, y sin embargo no logran sentirse felices algunos incluso gastan gran parte de su fortuna en terapias con psicólogos, psiquiatras o coaches de vida, otros la buscan desesperadamente en vicios como el alcohol y otras sustancias o viviendo al límite para saciar la sensación de vacío.
A la par también he conocido personas que tienen todo lo que algunos consideramos que es suficiente para ser felices y que nada tiene que ver con lo material, tienen salud, padres, hermanos, una mascota, una esposa o esposo, hijos pero en muchos de esos casos tampoco se sienten felices, quizá por que lo dan por hecho, no cuidan ni valoran a la familia, les parece que los hijos son una carga pesada, que eligieron mal a la pareja y que hablar con los padres es una pérdida de tiempo.
Entonces, ¿ qué es la felicidad? Si no está asociada al dinero pero tampoco a la familia o a la salud, dónde está?
Pienso que es poco probable que hayamos venido a esta vida solo a sufrir y a llorar, pero si estoy convencida de que tenemos la obligación de ser felices y considero también que es una decisión personal que tiene que ver con un estado de plenitud y de tener claro que el camino por el que vamos y lo que hacemos es congruente con nuestro sistema de creencias y valores, que no se puede compartir, por que aunque hagamos parte de nuestra felicidad a otras personas, amigos, familiares o pareja y les proporcionamos ayuda o herramientas para que lo logren nada garantiza que el otro se sienta feliz por el simple hecho de que nosotros deseamos que lo sea porque simplemente está fuera de nuestro control.
Así como conozco a los tipos de personas que mencioné anteriormente, también y muy de cerca he experimentado como algunas personas son felices con cosas simples, sin excesos, admirando y asombrándose por las pequeñas cosas que tiene la vida y que son por sí mismas grandes regalos, la salud, un atardecer, una mariposa, una buena plática, los hijos, los nietos, el mar, incluso los momentos de soledad a los que muchos temen.
Probablemente el próximo lunes cuando revisemos nuestro estado de cuenta, cuando llegue la cruda moral por los excesos o la frustración por lo inalcanzables que parecen nuestros propósitos de año nuevo, nos sintamos tristes y pasemos a ser parte de la estadística, no podemos cambiar el pasado, lo hecho, hecho está, pero sí podemos primero y muy importante agradecer lo que tenemos, y encontrar el sentido de nuestra vida por que ese es el eje principal de motivación para ser felices y por que; “El sentido y la pasión en nuestra vida, es lo que la hacen digna de ser vivida”.
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