/ sábado 12 de octubre de 2024

Catadura / Transformación con violencia

Definitivamente el reto más grande que tiene la nueva presidenta Claudia Sheinbaum es el de acabar con la violencia que se ha apoderado del país en los últimos 15 años Para eso presentó su plan de seguridad que parece repetir la estrategia fallida de su antecesor y que a pesar de contar con 130 mil elementos de la guardia nacional no obtuvo resultado alguno.

La presidenta anunció que buscará fortalecer la investigación y la inteligencia para reducir delitos de alto impacto pero que seguirá apostando a las mismas estrategias basadas en dejar la seguridad pública en manos de los militares.

El momento para presentar su plan no pudo ser más inoportuno después del brutal asesinato del alcalde de Chilpancingo y la ola de violencia que sigue en aumento en estados como Guerrero, Sinaloa o Guanajuato

Su proyecto se basa en cuatro ejes principales: atención a las causas de la violencia con programas sociales para evitar que los jóvenes sean captados por la delincuencia, la consolidación de la guardia nacional bajo el mando del ejército, la creación de un sistema nacional de inteligencia e investigación y el trabajo coordinado entre gobierno federal, estados, municipios y ministerios públicos. Sin embargo, Sheinbaum mandó señales preocupantes de que mantendrá las políticas de López Obrador de no confrontar a los grupos criminales que controlan cada vez más regiones del país.

Como parte de las nuevas políticas se creará un sistema nacional de investigación e inteligencia que unificará las capacidades de investigación de todas las instituciones de seguridad del país.

En cuanto a la guardia nacional que vino a reemplazar a la desaparecida policía federal y que gracias a la aplastante mayoría morenista en el congreso ya pasó formalmente a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, no ha tenido mayor incidencia en el combate a la violencia ya que sólo se ha dedicado a actividades disuasivas y al control de los migrantes en vez de realmente investigar y enfrentar a los criminales. Existen muchas dudas sobre si realmente podrá haber una coordinación efectiva entre las fuerzas policiales, la guardia nacional y los militares como se pretende desde el nuevo gobierno.

Es muy positivo fortalecer las tareas de inteligencia, pero no se puede pretender mantener las políticas de López Obrador. El nuevo plan parece ser en realidad más de lo mismo, es lamentable que no se incluyan acciones para hacer frente a las actividades delictivas que rodean el tráfico de migrantes que han desatado una ola de violencia en distintas ciudades.

En un país donde tan solo el año pasado se cometieron más de 30 mil asesinatos parece una muy mala decisión darle continuidad a las políticas de seguridad pública, si la presidenta realmente quiere marcar la diferencia debe entender que no habrá transformación alguna si primero no acaba de una vez por todas con la tremenda violencia en el país. Al tiempo.


Definitivamente el reto más grande que tiene la nueva presidenta Claudia Sheinbaum es el de acabar con la violencia que se ha apoderado del país en los últimos 15 años Para eso presentó su plan de seguridad que parece repetir la estrategia fallida de su antecesor y que a pesar de contar con 130 mil elementos de la guardia nacional no obtuvo resultado alguno.

La presidenta anunció que buscará fortalecer la investigación y la inteligencia para reducir delitos de alto impacto pero que seguirá apostando a las mismas estrategias basadas en dejar la seguridad pública en manos de los militares.

El momento para presentar su plan no pudo ser más inoportuno después del brutal asesinato del alcalde de Chilpancingo y la ola de violencia que sigue en aumento en estados como Guerrero, Sinaloa o Guanajuato

Su proyecto se basa en cuatro ejes principales: atención a las causas de la violencia con programas sociales para evitar que los jóvenes sean captados por la delincuencia, la consolidación de la guardia nacional bajo el mando del ejército, la creación de un sistema nacional de inteligencia e investigación y el trabajo coordinado entre gobierno federal, estados, municipios y ministerios públicos. Sin embargo, Sheinbaum mandó señales preocupantes de que mantendrá las políticas de López Obrador de no confrontar a los grupos criminales que controlan cada vez más regiones del país.

Como parte de las nuevas políticas se creará un sistema nacional de investigación e inteligencia que unificará las capacidades de investigación de todas las instituciones de seguridad del país.

En cuanto a la guardia nacional que vino a reemplazar a la desaparecida policía federal y que gracias a la aplastante mayoría morenista en el congreso ya pasó formalmente a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, no ha tenido mayor incidencia en el combate a la violencia ya que sólo se ha dedicado a actividades disuasivas y al control de los migrantes en vez de realmente investigar y enfrentar a los criminales. Existen muchas dudas sobre si realmente podrá haber una coordinación efectiva entre las fuerzas policiales, la guardia nacional y los militares como se pretende desde el nuevo gobierno.

Es muy positivo fortalecer las tareas de inteligencia, pero no se puede pretender mantener las políticas de López Obrador. El nuevo plan parece ser en realidad más de lo mismo, es lamentable que no se incluyan acciones para hacer frente a las actividades delictivas que rodean el tráfico de migrantes que han desatado una ola de violencia en distintas ciudades.

En un país donde tan solo el año pasado se cometieron más de 30 mil asesinatos parece una muy mala decisión darle continuidad a las políticas de seguridad pública, si la presidenta realmente quiere marcar la diferencia debe entender que no habrá transformación alguna si primero no acaba de una vez por todas con la tremenda violencia en el país. Al tiempo.