Si bien la época más bonita es la Navidad, es importante considerar el impacto negativo que causa al medio ambiente el aumento de luces, adornos, comida, regalos y fuegos artificiales. En esta época incrementa el consumo de energía eléctrica, por esta causa el daño al medio ambiente es considerable, incrementan las emisiones de dióxido de carbono (CO2) lo que contribuye a la producción de gases de efecto invernadero.

La basura acumulada durante los días navideños supera a la del resto del año. Desperdicios de comida, plástico, papel y vidrio suelen abundar, la recolección de estos desechos aumenta en más del 100 por ciento.

El consumo de baterías en esta época también aumenta más de un 50 por ciento por la compra de juguetes y aparatos electrónicos, y eliminarlas de manera inadecuada afecta al medio ambiente, porque contienen sustancias tóxicas, una pila puede contaminar hasta 600 mil litros de agua.

En cuanto a fuegos artificiales producen contaminantes atmosféricos que dañan a humanos, microorganismos y fauna. De tal manera que los festejos navideños si bien traen buenos propósitos y regalos, también conllevan al aumento de contaminación.

Una propuesta es que los obsequios sean envueltos en papel reciclable, evitar el uso de platos, vasos de plástico y unicel, y volver a los utensilios tradicionales de lavar y usar. Otra recomendación es la separación de residuos, orgánicos, inorgánicos, valorizables y elaboración de compostas tanto con el resto de alimentos como con los troncos y ramas de árboles de navidad, evitar en lo posible la utilización del vehículo particular en distancias pequeñas, debido a que en época invernal incrementa la emisión de CO2 a la atmósfera.

Por último, evitar el uso de globos tanto de gas como luminosos elaborados en plástico y papel, por la evidente contaminación que generan, riesgo para las aves e incendios forestales.

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Heidy Wagner Laclette